Guateque neuronal

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Día de sol, día de guateque. Atardece; el día se va pero está todo aún por llegar. La mesa ya está puesta: patatas fritas de bolsa, aceitunas y berberechos. El tocadiscos ya está poniendo el ritmo a la velada; rockabilly de los 50. De postre? Pudding de chocolate; cremoso en textura, perfecto en color. Los invitados, impacientes, asoman sus cabezas entre las petunias del portal del jardín. Como siempre, aparecerá algún que otro soplagaitas. Pero no te preocupes; tengo buenas y malas noticias si eres de esos a los que no les gusta ir de guateques. La buena noticia es que la gente no es capaz de decir lo listo que eres por tu apariencia. La mala noticia es que creen que sí pueden.

NEUROCÁPSULA

La capacidad para evaluar con precisión la inteligencia de otras personas, encuentra su lugar en la interacción social cotidiana y tiene consecuencias evolutivas importantes.

Imagina una fiesta. A un lado, los investigadores hacen una prueba estándar de inteligencia (IQ: Intelligence Quotient) a 40 mujeres y 40 hombres. No voy a entrar en detalles de si tales tests miden realmente, hoy en día, todas las dimensiones de la inteligencia humana; eso es un debate para otro día. Los investigadores también les toman fotografías de sus rostros, dándoles instrucciones de: adoptar una expresión neutra, no sonreír, sin maquillaje y sin joyas. Al otro lado de la fiesta hay 160 personas más. La mitad de ellos puntúan la inteligencia de los del lado opuesto mirando sólo las fotografías. La otra mitad, valoran su atractivo, también a través de las fotografías.

¿Son las personas atractivas percibidas como más inteligentes?

Sí. Los resultados del experimento nos dicen que hay una fuerte relación positiva entre lo atractiva que es una persona y la inteligencia que se le asigna. En otras palabras, los participantes de tal experimento, mientras observaban las fotos, decían que las/los más tractivos eran también las/los más listos. Esta relación fue especialmente fuerte entre las mujeres.

¿Somos capaces de detectar si alguien es inteligente mirando la foto de su rostro?

Sí y no. Según este estudio, existe una relación entre inteligencia percibida (a través de la foto) e inteligencia real para el caso de los hombres. En cambio, los participantes no fueron capaces de predecir con precisión la inteligencia de las mujeres. ¿Por qué? Todavía no hay una respuesta conclusiva, pero hay una hipótesis al respecto. Lo que sucedería aquí, seria un caso ejemplar de lo que llamamos en psicología “Halo Effect”. Se trata de un sesgo cognitivo por el cual la percepción de un rasgo particular es influenciada por la percepción de rasgos anteriores en una secuencia de interpretaciones. Sin ir más lejos, el hecho de encontrar a alguien atractivo puede evitar una evaluación precisa de la inteligencia, tendiendo a calificarle con características favorables a pesar de no disponer de más información. El hallazgo de la relación mencionada antes, mucho más fuerte entre el atractivo y la inteligencia percibida entre las mujeres, parece respaldar esta afirmación.

¿Son más atractivas las personas realmente inteligentes?

No. No hay un efecto entre inteligencia real y atractivo percibido. Es decir, una persona que es más atractiva no implica que sea realmente más inteligente. Sin embargo, la forma en que evaluamos la inteligencia de una persona a nivel visual parece estar basada en estereotipos, algunos relacionados con la atracción. Por ese motivo los investigadores decidieron construir estereotipos de inteligencia para hombres y mujeres, usando composiciones de las fotos usadas de los participantes durante el experimento. El resultado fue el que se puede ver en la imagen de abajo. Dichos “estereotipos inteligentes” muestran las mismas transformaciones en el espacio facial para hombres y mujeres. En ambos sexos, una cara más estrecha con una barbilla más delgada y una nariz grande prolongada caracteriza el estereotipo predicho de “inteligencia alta”, mientras que una cara más bien ovalada y amplia con un mentón masivo y una nariz pequeña caracteriza la predicción de “inteligencia baja”.

¿Qué nos sugieren estos resultados?

Los datos nos dicen que parece que somos capaces de medir con cierta precisión la verdadera inteligencia de los hombres, pero no de las mujeres, al ver sus rostros a través de fotografías; sin embargo, esta estimación, posiblemente no se basa únicamente en la forma facial. El estudio no revela ninguna relación entre la inteligencia y el atractivo o la forma de la cara. Debe haber otras variables, que ahora mismo desconocemos, que expliquen el cómo somos capaces de evaluarla en otras personas. Podrían ser configuraciones particulares de los ojos o la mirada, el color de ojos, el pelo o la piel y su textura. Quién sabe. Estas hipótesis deben ser probadas en estudios futuros.

Así que al final, ¿qué deberíamos aprender de todo esto?

Formamos opiniones y tomamos decisiones como si realmente existiera una relación total entre cerebro y belleza; y esto puede tener consecuencias en nuestra vida y el mundo real. Los estereotipos ligados a la inteligencia llevan siglos de bagaje cultural, y vemos una y otra vez que nos llevan a menudo a conclusiones erróneas. Lo que sí es interesante es que según los resultados de estos últimos estudios existe una correlación entre apariencias de emociones y percepción de inteligencia. Las caras percibidas como más inteligentes parecen estar sonriendo más que el resto. Así que, mientras la ciencia sigue trabajando para contarnos más sobre nosotros mismos y tu estés de guateque, haz una cosa: sonríe. Pero sonríe de verdad. No para parecer más inteligente si no para sentirte mejor. Sonreír es mejor incluso que el chocolate; puede ayudar a reducir el nivel de las hormonas del estrés y aumenta el nivel de hormonas que mejoran el estado de ánimo. Qué dulce es sonreír.