CARRERA POR LA SUCESIÓN POLÍTICA EN MÉXICO

Un apuesto gobernador mexicano lanza la campaña presidencial con un romance con una actriz de telenovelas

La pareja ha suscitado gran atención de las televisiones

Ambición. Enrique Peña saluda a sus simpatizantes durante un mitin en Cuautitlán Izcalli.

Ambición. Enrique Peña saluda a sus simpatizantes durante un mitin en Cuautitlán Izcalli.

TONI CANO
MÉXICO

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Él se llama Enrique Peña Nieto, peina un tupé impagable y hace suspirar a muchas mexicanas: es un gobernador guapo y guaperas. Y viudo. Peña gobierna el llamado estado de México, vecino de la capital, que forma conurbación con ella. Tiene 43 años y aspira a ser presidente. Ella tiene 38 y esLa Gaviota. Así conoce todo el país a Angélica Rivera, porque ése fue el nombre con el que la actriz protagonizó la telenovela de ambiente tequileroDestilando amor. También es viuda. Con su romance y bendecidos por la televisión, han levantado un vuelo que espera aterrizar dentro de tres años en Los Pinos, la residencia presidencial.

En el mercado, la conversación entre la pescadera y una clienta resulta más sugestiva que el huachinango, un pescado de color rojo que acabará cocinado a la veracruzana.«¡Yo lo conocí antes!»,reclama airada, casi llorando, la vendedora.La Gaviota hizo honor a su nombre y le voló al galán como a cualquier pescador esa ave le puede quitar el pescado en el muelle.«Es un mango, está rebueno», musita la compradora. Incluso una española tercia también:«Es el político más guapo de este país con diferencia».

Tema destacado

Si en la plaza es tema destacado de conversación apasionada, en casa él se mete continuamente. Por la tele. Cuando al actual jefe del Estado, Felipe Calderón, le quedan aún otros tres años de mandato, las dos grandes cadenas de televisión, sobre todo Televisa,«apostaron ya a que Enrique Peña Nieto será el próximo presidente»,como resaltan distintos analistas. Peña tiene más pegue que actores y presentadores. Y encima, el año pasado patrocinó una campaña para difundir sus logros y programas de Gobierno a través de las actrices y cantantes más populares de todo el país.

La primera elegida, por Televisa, para loar a Peña fueLa Gaviota. La historia oficial habla de un flechazo durante su primer encuentro en las oficinas de representación del estado de México en Lomas de Chapultepec. Y de un noviazgo que no se inició hasta que Angélica Rivera cumplió sus dos meses de difusión televisiva de la figura del gobernador. En la pantalla, le sucedió Lucero, conocida años atrás comola novia de México.«Ahora, La Gaviota quiere ser la esposa de México»,comentaban las señoras en el mercado.

A lo largo de varias entrevistas también televisivas, presentadoras y gobernador lucieron todas sus dotes de seducción. Y al final, Peña confesó: «Somos novios, sí».Poco más:«Yo estoy muy contento, la verdad es que estoy bien. Con mis hijos sí he hablado. Mis hijos aceptan. Salvo el niño, que es el rebelde». La publicitaria difusión de logros se acabó a mitad de noviembre, cuando entró en vigor la prohibición de que los servidores públicos se autopromocionen. Pero le siguió la difusión que de la pareja hacen, no solo la televisión, sin también las revistas del corazón.

Moldeado en la política

Moldeado desde muy joven en la política, Enrique Peña es del Partido Revolucionario Institucional, el PRI, que lo gobernó todo durante 70 años de historia mexicana y que, apartado de la presidencia en el 2000, amenaza con retomarla en el 2012, igual que acaba de retomar la mayoría parlamentaria. Sus principales competidores son otros priístas, y algunos también se hacen acompañar por actrices o modelos. No pesa tanto la denuncia de la izquierda de que Peña es«un hombre de Carlos Salinas»,el odiado penúltimo presidente (1988-1994) priísta.

El peso pesado de la izquierda es ahora Marcelo Ebrard, alcalde del Distrito Federal. Los dos gobernantes de la compartida ciudad de México se muestran en cabeza de los precandidatos --cuyo conjunto es conocido en la jerga política comola caballada-- que cada vez amanecen más temprano. Pero Ebrard, si bien casado con la actriz Mariagna Prats, carece de esa apariencia televisiva que caracteriza a su rival, Peña.

Enrique Peña y Angélica Rivera se han dejado ver en restaurantes de la ciudad de México, bodas en Acapulco y Culiacán, un bautizo y algún otro acto social. Muchos especulan con que su boda será el arranque formal de una campaña definitiva hacia la presidencia. Y muchas mujeres suspiran despechadas o bien gritan«¡Presidente, presidente!»y se enfundan camisetas con lemas como el que animó un acto político en otro estado vecino:«En Querétaro, también hay gaviotas, bombón».