DRAMA EN JAPÓN

El circuito de Suzuka achaca el accidente de Bianchi a "la mala suerte"

"La lluvia no era lo bastante fuerte como para sacar el 'safety car'", argumenta un portavoz

MIGUEL MARTÍNEZ / SUZUKA (Enviado especial)

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Mientras Jules Bianchi sigue aferrándose a la vida en un hospital de Yokkaichi (Japón) y arrecian las críticas contra los organizadores del GP de Japón y el director de todas las carreras del Mundial de F-1Charly Whiting, los responsables del circuito de Suzuka echan balones fuera y aseguran que el accidente del piloto francés el pasado domingo se debió a "la mala suerte" y no a decisiones equivocadas.

Bianchi perdió el control de su Marussia-Ferrari en la curva 7 del trazado, a 219 km/h., y se estrelló contra el tractor-grúa que estaba retirando, marcha atrás, el Sauber del alemán  Adrian Sutil, que apenas un minuto antes patinó sobre el asfalto y chocó con el muro de protección. El monoplaza del francés impactó con tal fuerza contra el remolcador que incluso lo levantó del suelo.

"Los funcionarios levantaron las banderas amarillas después del accidente por Sutil, que quieren decir que los pilotos deben reducir la velocidad para después parar, pero lamentablemente el coche de Bianchi hizo 'aquaplaning' y se salió en el mismo sitio. Fue mala suerte", ha declarado este martes Masamichi Miyazaki, portavoz del circuito. "La lluvia había mojado el asfalto, pero no era lo bastante fuerte como para sacar el 'safety car' y parar la carrera", ha añadido.

Interpretación errónea

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha abierto una investigación para aclarar cómo se produjo el accidente, pero también para determinar si es necesario cambiar los procedimientos de seguridadCarlos Sainz, bicampeón del mundo de rallis y padre de Carlos Sainz júnior, piloto de las World Series y vinculado al equipo Red Bull, ha señalado, consultado por EL PERIÓDICO, que "la gente interpreta, falsamente, que la aparición de las banderas amarillas significa que desaparece el peligro". "Y no, significa que se reduce la velocidad, algo, no mucho. Los pilotos no pueden adelantar, pero siguen rodando a gran velocidad, suficiente como para sufrir un percance, tal y como demuestra el accidente de Bianchi", ha explicado.