La biografía

Muere a los 73 años Sydney Pollack, maestro del cine de entretenimiento

Sydney Pollack.

Sydney Pollack.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Desde que el pasado agosto Sydney Pollack abandonó "por asuntos médicos" la dirección de Recount, una película sobre el caos electoral en Florida del 2000 que se estrenó este domingo en HBO, cundió la preocupación por la salud del cineasta. No quería que le vieran, consumido por una dura lucha contra el cáncer, ni amigos íntimos como Frank Gehry --al que Pollack dedicó su último trabajo tras la cámara--. Y el lunes culminaron los temores. Pollack murió en su casa de California junto a su esposa y sus dos hijas. Tenía 73 años y deja cuatro decenas de títulos como director y productor, un respetable currículo como actor y un vacío difícil de rellenar en Hollywood.

Muchos hoy huyen de ser definidos como directores comerciales o entregados al star system, pero Pollack, en cambio, se definía a sí mismo, orgulloso, como "Mr. Mainstream". Y demostraba, pese al amplio espectro de reacciones ante su trabajo de críticos y público, que ni el entretenimiento está reñido con la inteligencia ni el arte con el comercio.

Lo demuestran títulos como La vida vale más, su opera prima; Danzad, danzad, malditos, que le valió la primera de sus tres nominaciones al Oscar como director; Yakuza, Ausencia de malicia o La tapadera. Por no hablar de Tootsie, una comedia en la que libró un publicitado enfrentamiento con Dustin Hoffman y que acabó nominada a 10 Oscar.

"HE ENGAÑADO A TODO EL MUNDO"

"Si tienes una carrera como la mía, tan identificada con Hollywood y grandes estudios y estrellas, te preguntas si deberías dejarlo y hacer lo que el mundo piensa que son películas más personales con gente menos conocida", dijo una vez el director, que condujo hasta nominaciones al Oscar a 12 actores, desde Jane Fonda, Dustin Hoffman y Paul Newman hasta Meryl Streep, Barbra Streisand y Holly Hunter. "Pero creo --continuó-- que he engañado a todo el mundo. He hecho películas personales todo el tiempo. Simplemente las hice en otra forma".

Una de sus formas fue trabajar con grandes estrellas, a las que comparó con "purasangres". Y si con una labró una relación intensa fue con Robert Redford. Se conocieron actuando en War hunt (el debut de Redford) y acabó dirigéndole siete veces: en Propiedad condenada, Las aventuras de Jeremiah Johnson, Tal como éramos, Los tres días del cóndor, El jinete eléctrico, Memorias de África (por la que Pollack logró Oscars como director y productor) y Habana. Se entiende que Redford enviara un comunicado diciendo que su relación con Pollack, miembro fundador del Instituto Sundance, era "demasiado personal" como para reducirla a una simple frase que entrecomillar o convertir en un corte de sonido.

Sydney Irwing Pollack, que nació el 1 de julio de 1934 en Lafayette (Indiana), fue un declarado progresista, un cineasta con aguda sensibilidad política y un defensor de los derechos de los artistas. Una vez demandó a una televisión danesa por emitir editada Los tres días del condor. Perdió el juicio por una cuestión técnica, pero la mera lucha contra la mutilación de su trabajo le dio la trascendente victoria moral.