OPINIÓN

La penúltima de Marc Márquez

El bicampeón de Cervera, el líder más precoz de MotoGP, va a hacer lo posible y lo imposible para ganar el Mundial

Marc Márquez pasa por delante de Jorge Lorenzo en el podio de Jerez

Marc Márquez pasa por delante de Jorge Lorenzo en el podio de Jerez / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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No hay otra lectura. Estamos ante el único piloto que existe en el mundo, el único, lo siento, que va a hacer lo posible y lo imposible, lo legal y casi, casi, lo ilegal, lo difícil y lo inaudito, lo fácil y lo retorcido, lo cómodo y lo inverosímil, sobre el asfalto y en el alambre, para pasarte, para ganarte, para superarte, para derrotarte, para sacarte del podio, para vencerte. Si algo ha demostradoMarc Márquez desde que era niño, muy niño, es que ha nacido para ganarte. A lo que sea. No quiere perder, dicen, ni en los entrenamientos. Y si algo ha demostrado el bicampeón de Cervera es que no se rinde nunca. Y, mucho menos, enJerez. Y mucho menos al llegar a una curva que, tal vez, habría querido para él, con su nombre, y que resulta que, un día antes, se la regalaron al campeonísimo, al tremendo campeón, que llevaba delante, aJorge Lorenzo.

Como cuentaValentino Rossi--que es Dios ¿verdad?--, "si algo nos ha enseñadoMarc estos años es que es el único piloto que no protesta cuando le adelantas, simplemente trata de devolverte el adelantamiento". Y a eso se ha estado dedicandoMárquez desde que pisó terreno pantanoso, el terreno minado deMotoGP. No solo se ha convertido en el niño precoz que anunció, a bombo y platillo, feliz de haber conseguido su fichaje, Shuhei Nakamoto, sino que ha cantado a los mil vientos que iba a por ellos. Y logró la'pole' más joven. Y fue elganador más joven. Y es ellíder más precoz.

EnCatar, contó que había aprendido mucho deRossi. EnAustin, explicó que había aprendido horrores deDani Pedrosa. Y, por lo visto este domingo, enJerez, aprendió mucho, solo hasta llegar a la última curva, deLorenzo, al que fulminó a empujones comoMichael Doohanmaltrató aÀlex Crivillé en 1996, comoRossiderrotó aSete Gibernau en el 2005 y comoLorenzo atacó y venció aPedrosa en el 2010.

Lo primero que ha aprendido elMundial, el 'paddock' entero, es queMárquez ha llegado para quedarse, para ganar, para campeonar. Ya lo dijo el diosRossi en los segundos tests deSepang (Malasia) este invierno: "Hoy me acabo de dar cuenta, al ver aMarc en la pista, de que ha venido para ganar el título, pero me estoy refiriendo al título de este año". ¡Menudo ojo tiene el jefe!, cuya empresa --¡vaya pillo!-- ya se ha hecho con la venta de camisetas del bicampeón de Cervera.

SiLorenzo, que tuvo ocasión de aprender en la piel deRossi yPedrosa, no se percató de que a sus espaldas llevaba a un auténtico caníbal, es su problema. El mundo entero sabe que si aMárquez, sea la tercera carrera delMundial o la última, le abres la puerta, se mete hasta tu cocina. Y eso fue lo que ocurrió. "Yo ya me había conformado con la tercera plaza, pero vi que Jorge me abría la puerta y pensé: '¡Prueba!'". Y "prueba" paraMárquez es como si se apagase el semáforo, como si viese la bandera de cuadros al fondo de la curva, como si oliese el podio.

No hacía falta la lección del GP de España para saber que estamos ante el chaval más atrevido que hemos visto nunca, jamás, sobre el asfalto. "Esto no es tenis, esto son carreras; hay que tragarse esta", dijo el holandésWilvo Zeelenbergtras la maniobra suicida, o no tan suicida --"me vi en el suelo", reconocióLorenzo-- deMárquez, que se convirtió así en el líder más precoz delMundial de MotoGP. Porque ha llegado para quedarse. Aunque sea a empujones. O también a empujones. Antes de chocar, de empujar, de asustar, ya demostró enCatar que era grande, inmenso, y peligroso. Y enAustin, que era veloz, un cohete. EnJerez ha confirmado, una vez más, que ignora lo que es 'respeto reverencial'.

Es un coleccionista de gestas. Y le faltaba esta: ganar al bicampeón del mundo deMotoGPen la curva que lleva su nombre.Lorenzo le negó el saludo. Es una postura. Yo, simplemente, me la habría guardado. Esas son cosas que se deciden entre las líneas blancas, sobre la cinta negra que llaman asfalto. Quedan demasiadas carreras como para que no haya desquite. Recuerden lo deRossi: "Marc no protesta, te la devuelve". EsMarc quien escoge las armas. O eso parece. Y nunca nos engañó: el juega a eso.