PRUEBA EN AUSTRIA EL 5 DE JUNIO

Márquez prueba el simulador del Red Bull F-1 en Inglaterra

Marc Márquez, hoy, en la sede de la escuderia Red Bull en Milton Keynes (Inglaterra).

Marc Márquez, hoy, en la sede de la escuderia Red Bull en Milton Keynes (Inglaterra). / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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Mientras lidera y domina el Mundial de MotoGP, mientras suma tres victorias consecutivas en el campeonato de la categoría 'reina' en Austin (Texas, EEUU), Jerez y Le Mans, mientras toma contacto al nuevo asfalto del Circuit de Catalunya, mientras prepara su desplazamiento al trazado de Mugello (Italia), donde la semana que viene le esperan como 'buitres' (en el buen sentido de la palabra) Valentino Rossi (Yamaha)Andrea Dovizioso (Ducati) y Danilo Petrucci (Ducati), Marc Márquez, el tetracampeón del mundo de MotoGP más joven de la historia, el muchacho que ha roto y establecido los nuevos récords de precocidad en la máxima categoría, superando a los míticos Kenny Roberts y Freddy Spencer, tiene tiempo suficiente como para realizar un viaje relámpago a Inglaterra, concretamente a la localidad de Milton Keynes, donde están ubicadas casi todas las grandes escuderias de los mejores equipos del Mundial de F-1 para tomar contacto con ellos y hacerse a la idea de lo que es pilotar, aunque solo sea durante unas horas, un F-1.

Red Bull sueña con Márquez

El milmillonario austriaco Dietrich Mateschitz, dueño, no solo de la bebida Red Bull, sino del equipo Red Bull de F-1 y también del trazado de Spielberg, en Austria, ha invitado a Marc Márquez, Dani Pedrosa y Toni Cairoli, campeonísimo de motocross, también patrocinado por él, para que prueben, los días 5 y 6 de junio, el Red Bull-Renault V8 con el que el tetracampeón aleman Sebastian Vettel fue campeón del mundo en  2014. Ni que decir tiene que el sueño dorado de Mateschitz es convencer, algún día, quien sabe, tal vez dentro de un par de años, de fichar por KTM para intentar ganar el Mundial de MotoGP con la moto austraica patrocinada por Red Bull, el mismo patrocinador personal del 'nen de Cervera'.

Ni que decir tiene que los tres pilotos de motos aceptaron encantados la invitación, pues no hay piloto de motociclismo que se resista, algún  día, a probar un F-1. Lo hicieron en su momento el australiano Mick Doohan, con un Williams, lo hizo el campeonísimo italiano Valentino Rossi, con un Ferrari y lo hizo el tetracampeón mallorquín Jorge Lorenzo, con un Mercedes. Ni que decir tiene que hubo varios pilotos que se pasaron de las motos a la F-1 para triunfar en ambas especialidades, siendo el británico John Surtees el más brillante de todos.

Toma de contacto en el simulador de F-1

Márquez, que contrariamente a lo opinado por Rossi nunca ha asegurado que cuando deje las motos le encantaría correr en coches (el 'Doctor' dijo que le gustaría probar en la Nascar norteamericana), sí está encantado con este experimento, que, sin duda, tiene su riesgo para el desarrollo posterior del Mundial de MotoGP, pues sabido es que cuando estos chicos se ponen al mando de un aparato así nunca saben dosificarse y siempre quieren sentir las mejores sensaciones y, por supuesto, la máxima velocidad.

Márquez, que acaba de colgar esta curiosa foto en su Instagram, ha celebrado como "un día feliz", adecuado, este desplazamiento e Milton Keynes, unas instalaciones impresionantes que posee la escuderia Red Bull donde, además de hacerle el asiento, pieza vital para poder probar con garantías un vehículo de esas prestaciones, ha tratado, también de vivir las primeras sensaciones en el simulador del equipo austriaco.