GP DE AUSTRIA DE MOTOGP

Márquez lleva meses diseñando la Honda del 2019 mientras mejora la actual

Marc Márquez y su ingeniero Santi Hernández, durante los tests celebrados, en Brno, el pasado lunes.

Marc Márquez y su ingeniero Santi Hernández, durante los tests celebrados, en Brno, el pasado lunes. / .44593218

Emilio Pérez de Rozas

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Como muy bien explicó Emilio Alzamora, mentor y manager de Marc Márquez, en una reciente entrevista en El Periódico de Catalunya, el piloto catalán se ganó enseguida a los máximos responsables técnicos de HRC (Honda Racing Corporation), el departamento de competición de la firma japonesa que cuenta con 150 ingenieros trabajando para la máxima competición del motociclismo mundial. Sus 71 podios, sus 40 victorias y sus cuatro títulos mundiales de cinco posibles han hecho que, definitivamente, la firma campeona se mueva bajo las directrices del ‘nen de Cervera’ que, luego, en la pista jamás decepciona a sus ingenieros.

La situación actual no deja de ser curiosa y muy significativa. Márquez está ante la posibilidad de conseguir un nuevo cetro mundial, no solo de pilotos sino también de marcas, de constructores, que, según reconoció ayer un alto dirigente de la firma alada “es lo único que interesa al staff de Honda, ser coronados campeones del mundo de constructores en la fiesta del domingo por la noche de Cheste”, cetro que siempre les ha proporcionado las victorias de Márquez y triunfos aislados y puntos de Dani Pedrosa. En estos momentos, en el ecuador de la temporada, Honda lidera la clasificación que más le interesa con 216 puntos, seguida de Ducati (183) y Yamaha (173).

Más carreras, menos tests

Pero Honda no solo trabaja para mantener la doble corona conquistada el pasado año, también trabaja, según han reconocido sus técnicos y, muy especialmente, Marc Márquez, en la moto del año que viene. La razón es sencilla: la próxima temporada, el calendario pasará, probablemente, de las actuales 19 carreras a 20, si, a la consolidación de Thailandia, que entra este año en el Mundial, se añade Finlandia o México, pese a que los pilotos son muy reticentes a aceptar el trazado semiurbano mexicano, calificado ya por algunos, como Valentino Rossi, de “peligroso”.

Con más grandes premios, los tests de pretemporada se reducirán únicamente a dos (Malasia, inicios de febrero, y Catar, diez días antes del primero GP de la temporada) y, por tanto, la moto que pongan los grandes fabricantes en pista en esos test deberá ser competitiva desde el principio, ya que los pilotos no tendrán tiempo de ponerla a punto con solo cuatro sesiones de entrenamientos. En ese sentido, por ejemplo, el equipo de pruebas, liderado por el piloto alemán Stefan Bradl, será vital.

A todo eso se añade que, tal y como quedó demostrado en el último test celebrado el lunes después del GP de la República Checa, en Brno, Honda ha decidido prescindir de Dani Pedrosa para evolucionar la Honda actual e, incluso, para probar cosas nuevas. Cuando Pedrosa fue preguntado por El Periódico de Catalunya al finalizar, el pasado lunes, el test en el trazado checo, aseguró que no le habían dado nada a probar.

Acto seguido, tras casi cinco horas en la pista y lograr el mejor tiempo del día, Márquez aseguró que había probado un montón de piezas y soluciones a algunos de los problemas que aún arrastran, lo que era, sin duda, la demostración de que Honda ha dejado ya de contar con Pedrosa de cara al futuro, cosa que no hace Ducati con Jorge Lorenzo ya que Gigi Dall’Igna, máximo responsable técnico de la firma de Borgo Panigale, cree que Lorenzo, que la próxima temporada correrá para Honda, es piloto y no ingeniero y, por tanto, lo que se lleve no tendrá mayor relevancia en el desarrollo de su Honda.

"No estaría mal un poco más de potencia para la moto del año que viene pero, sobre todo, necesitamos solucionar los problemas del tren delantero para poder utilizar todo tipo de neumáticos y no solo el duro"

Marc Márquez

— Tetracampeón del mundo de MotoGP con el equipo Repsol Honda

Preguntado Marc Márquez sobre estos extremos, señaló que “la existencia del equipo de pruebas con Stefan Bradl y, sobre todo, el nuevo sistema de trabajo de HRC, me hace ser optimista con vistas, no solo al desarrollo de nuestra actual moto, sino al diseño, fabricación y desarrollo de la moto del año que viene sobre la que ya estamos trabajando con el prototipo intermedio, avanzado, que hemos puesto ya en pista en los últimos test, que no es la moto del 2019, pero sí un primer paso en la dirección adecuada”.

Márquez reconoció, tras el test de Brno, que “uno de los objetivos de esta segunda parte de temporada, bueno, incluso antes, es que los ingenieros de HRC están trabajando muy duro con la intención de avanzarse a los problemas, cosa que no ocurría antes, y, sobre todo, con la idea de ir aportando, poco a poco, soluciones a los problemas que nos plantea la moto del año que viene”. Lo importante para Márquez es que Honda ha decidido utilizar los test y entrenamientos de esta temporada para ir decidiendo qué cosas van bien y cuales hay que descartar ya para la moto del próximo año.

Mejorar ahora pensando en el 2019

“Eso”, sigue contando el tetracampeón catalán de MotoGP, “no significa que vayamos a llegar al inicio de la próxima temporada mucho mejor que los demás, no. Lo que sí puedo asegurar es que llegaremos mucho más tranquilos porque la moto que pongamos en pista habrá sido fruto de muchos aciertos y descartes, eso seguro. ¿Por qué?, porque, en estos momentos, estamos trabajando en una doble vía, que es mejorar la moto actual, porque nuestros rivales también lo hacen, pero pensando en las aportaciones que, fruto del desarrollo de la actual RC213V, pueden funcionar en la moto del año que viene”.

Márquez cuenta que todo lo que probó en Brno, que fue mucho, aunque no quiso ni pudo matizar qué cosas fueron o a que partes de la moto afectan, tiene, en estos momentos, esa doble función: mejorar la Honda actual y servir de test para el rompecabezas de la moto del 2019. “Los ingenieros tienen ideas que deben ser probadas en la pista. Si funcionan, estupendo, tratamos de ver si son aplicables a la moto actual o las tenemos que guardar solo para la moto del futuro; si no funcionan, quedan descartadas del todo”, siguió explicando Márquez en su charla con El Periódico, junto a su camión en el ‘paddock’ de Brno.

El problema del tren delantero

Márquez explicó que en su carta a los Reyes Magos de Japón, a los ingeniero de HRC, seguirá pidiéndoles para el año que viene más potencia “pues de eso nunca te cansas” y, sobre todo, “más control sobre el tren delantero, pues tenemos que conseguir, no sé cómo, poder utilizar, como hacen nuestros adversarios, todo tipo de neumáticos delanteros y no vernos obligados, como sucede casi siempre, a descartar el medio y el blando porque no tenemos más remedio que montar el duro”.

Márquez reconoció que dentro de ese proceso de análisis, desarrollo y mejora de la moto actual, rodar detrás de los adversarios le ayuda mucho. “Tú vas algunas vueltas detrás de la Ducati y tienes la sensación de que es la moto más equilibrada, más completa. Y ves que sus puntos débiles suelen ser nuestros puntos fuertes, que intentaremos mejorar en la moto de este año y aumentar, si es posible, en la Honda del año que viene. Pero luego ves que ellos aceleran un montón y tienen algo más de velocidad punta, aunque este año nosotros hemos mejorado mucho en ese aspecto, en la velocidad punta. Ellos, además, son aún mucho más estables que nosotros en las grandes frenadas y eso, insisto, es por nuestros problemas con el tren delantero”.

La Honda que se encontrará Lorenzo

Se diría que la obsesión de Márquez y su equipo técnico, dirigido por el ingeniero Santi Hernández, es encontrar una solución para el presente y el futuro con la que poder pilotar aún más agresivo y eso pasa por ganar confianza en el tren delantero, cosa que ahora resulta poco menos que imposible ante la obligación de montar siempre el duro. “La MotoGP actual se pilota mucho con la rueda delantera, vital en las frenadas, y nosotros tenemos ahí un grave problema al ir siempre con el neumático duro. Seguimos trabajando duro todos, yo, Santi y los ingenieros japoneses, pero todo el mundo sabe que, en las carreras, jamás encuentras medio segundo de golpe, nunca”.

Lo que sí resulta evidente y de ahí, tal vez, el hecho de que Márquez no escatime ni un solo minuto de entrenamiento, trabajo y entrega en los test, es que la Honda que se encontrará Jorge Lorenzo cuando llegue al equipo japonés es una moto diseñada, construida y desarrollada bajo las directrices del tetracampeón catalán y, por tanto, puede que deba emplear, no solo los primeros entrenamientos sino, incluso, las primeras carreras, en adaptarla a su pilotaje. Honda hace tiempo que solo se fía de Márquez para idear sus motos. Por algo el piloto de Cervera ha llenado sus vitrinas de títulos mundiales.