La radio catalana quiere cantar el gol de Márquez

Ellos saben que no va a ser fácil. Pero ellos son muy buenos. Intuyen que igual tienen que repetir el montaje, la historia, el espectáculo, el ruido, el susurro, en más madrugadas. No tienen claro, bueno, no lo tiene ni el mismísimo protagonista, que ésta vaya a ser la madrugada de gloria.

Pero ellos, que son unos profesionales, saben que tienen que intentarlo, que han de prepararlo todo para el gran día. Y así lo han hecho durante las últimas jornadas, frenéticas para ellos, porque son días donde han de compaginar el trabajo diario con los preparativos de la gran matinal, la de mañana, bueno, la de esta noche.

La radio catalana ha decidido vivir, en vivo y en directo, la carrera de MotoGP del Gran Premio de Australia (Phillip Island, 07.00 horas). Y lo hará a lo grande. Tengo la impresión que, en este caso, Catalunya Radio, que, con Damià Aguilar, sigue el Mundial al completo, se ha adelantado a RAC1, que reaccionó a tiempo y envió volando, como no, al motero Quim Salvador a Australia para cazar la noticia, justo cuando se produzca. O no.

De ahí, según tengo entendido, que, siguiendo la norma de la casa, la escuela de Catradio, la redacción se traslada, se instala, esta noche en el restaurante Masia Els Comdals, lugar donde el Fans Club del bicampeón de Cervera se cita para ver las carreras de su ídolo. Allí estará la tribu de David Clupés, con una señal de tele especial (sonido en silencio) para que solo se oiga la voz de Aguilar, creador del mito del 'Tro de Cervera', apodo felizmente aceptado por el propio Márquez.

A ese montaje espectacular y ruidoso responderá RAC1 con un estudio repleto de comentaristas, donde estarán Xavi Puig, Jaume Mullor y Álvaro Ademá, con el complemento de Salvador desde la sala de prensa de Phillip Island. Es posible, sí, que la capacidad de contar con multitud de voces y protagonistas (muchas de ellas, lógicamente, ya acordadas) haga que Catalunya Radio le muerda algo de audiencia a la actual líder de las ondas catalanas, pero Salvador es mucho Salvador, ¡ojito!

Lo que sí es seguro es que los habitantes, habituales y no tan habituales, europeos y nativos, que inundan este fin de semana la sala de prensa de Phillip Island, no saben muy bien lo que les espera. O sí, porque ayer ya se quejaron a la jefa de prensa del GP temiendo que aumente el griterío en la sala de prensa. Oir narrar a voces, a cánticos, una retransmisión "animalística" a Aguilar les va a sonar a la II Guerra Mundial, ignorantes ellos de que, en efecto, la guerra de las audiencias tiene algo de eso. Salvador, buen amigo de Aguilar, sabe lidiar ese 'miura' radiofónico con estilo, señorío, certeza, precisión y anecdotario, cualidades que también posee Aguilar.

Will Hagon, veterano locutor deportivo australiano de la nacional ABC presente en Phillip Island, cree haberlo oído todo en esta vida. Y, la verdad, mañana se va a llevar una buena sorpresa: jamás ha escuchado a dos pasionados locutores empujar a Marc Márquez hacia el trono de MotoGP, hacia el récord de los récords, hacia la cima del motociclismo mundial.

Y, si no es hoy, será mañana en Motegi (Japón), o en Valencia, pero estos tíos cantan, fijo, la chilena que Márquez hará sobre el asfalto, que será, más o menos, como el gol de Iniesta en Stamford Bridge. Ya ni les digo la cara que pondrá el bueno y joven de Shane Mclnnes, de la radio local 3AW, cuando asista, por sorpresa, sin saberlo ni sospecharlo, al espectáculo duelo radiofónico que tienen preparado los chicos de este improvisado Cirque du Soleil radiofónico. Con decirles que la organización del GP está estudiando acondicionar un lugar reservado especial para ellos dos, para Damià y Quim, se lo digo todo.

Es la radio. La inmediatez. El móvil. Hablar cuando se produce la noticia. La conexión instantánea. Estar ahí sin que te vean. Que te oiga el mundo. Que el mundo te crea sus ojos y sus oídos. Los demás tenemos que inventar; ellos, contando lo que ven y poniendo pasión, te atraen hacia el transistor. Te conquistan.

Esto empieza a las 06.30 horas de mañana. Sí, ya sé que es muy pronto para ser domingo, pero les garantizo que vale la pena. Estos dos locos se lo han currado. Les va a encantar. Y, encima, a última hora de hoy (no olviden que en Australia es ya de noche, son nueve horas más), les han montado a Damià y Quim una carrera de MotoGP con paradas en 'boxe', en plan F-1. Más show, más gritos, más susurros. Nos van a echar de la sala de prensa. De Australia.