Catalunya presume de los vinos de la Terra Alta

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La Terra Alta se ha consolidado por méritos propios como la capital catalana del vino. Entre sus muchas virtudes destacan fundamentalmente cuatro razones de peso. Primera: la garnacha blanca es la variedad estrella de la DO Terra Alta y ha sido premiada en diversos concursos mundiales. Segunda: es la única DO de Catalunya que dispone de dos distintivos de garantía (uno de ellos específico para los vinos de garnacha blanca). Cabe reseñar que para lucir este distintivo los vinos han de cumplir dos requisitos ineludibles: uno, que estén elaborados 100% con garnacha, y dos, que obtengan un mínimo de 85 puntos en el examen del comité de degustación. Tercer argumento: los vinos de la DO Terra Alta guardan una relación calidad-precio inmejorable. Y cuarta: se trata de un producto de proximidad, arraigado a la tierra donde nacen.

Con estas credenciales, no es de extrañar que, un año más, Gandesa se convirtiera en el epicentro de la cultura vitivinícola durante la celebración de la 28ª Festa del Vi, que tuvo lugar del 30 de octubre al 2 de noviembre en la capital de la Terra Alta.

Francesc Rieu, presidente del Consell Interprofessional de Vins del Rosselló y el máximo responsable del Concurso Mundial de Garnachas del Mundo fue el maestro de ceremonias y actuó de pregonero de la 28ª Festa del Vi. También fue el encargado de presentar el Concurso de Vinos con DO Terra Alta, donde se descubrieron los vinos galardonados en cada una de las categorías.

Los ganadores

Los vinos ganadores en la edición de este año fueron los siguientes: Mas d’en Pol 2014, del Celler Xavi Clua, por el mejor vino blanco de cosecha; La Foradada 2014, del Celler Frisach, como mejor vino brisado; Nostra Senyora del Portal 2014, del Celler Piñol, como mejor vino rosado de cosecha; Rebels de Batea 2014, de Miguel Torres, como mejor vino tinto de cosecha; La Serra 2013, de Herència Altés, como mejor vino tinto bota/roble/crianza; y Mistela blanca, del Celler Cooperatiu de Gandesa, como mejor vino de licor.

Asimismo, cabe destacar los premiados en las categorías más representativas, como son el mejor vino Terra Alta garnacha blanca, que recayó en Herència Altés con el vino Herència Altés 2014; el gran vino blanco de la Terra Alta para el Somdinou 2013, del Celler Cooperatiu de Gandesa, y el gran tinto de la Terra Alta para el Aube 2010, del Celler Batea.

En la muestra de vinos y gracias al aumento del espacio con una carpa de 800 metros cuadrados, el número de tíquets de degustación dispensados  rozó la cifra de 14.000, mientras que el número de copas suministradas se situó en torno a las 1.500.

Especial mención merece la 6ª Nit de les Garnatxes blanques, uno de los actos más emblemáticos del programa, que congregó la presencia de 560 personas. El público asistente pudo probar hasta 43 vinos elaborados con garnacha blanca de 28 bodegas diferentes.

No menos interesante resultó la jornada profesional celebrada en el Poble Vell de Corbera d’Ebre, donde 150 profesionales de la restauración, sumilleres y chefs, con representación de 12 restaurantes galardonados con estrella Michelin, pudieron degustar las joyas de la corona de la DO más meridional de Catalunya. Un total de 26 bodegas ofrecieron sus vinos en un evento de carácter profesional nunca visto anteriormente en la DO Terra Alta. Posteriormente, tuvo lugar una comida de hermandad entre elaboradores y asistentes en el restaurante Nou Moderno de Vilalba dels Arcs en la que se maridaron los vinos con la gastronomía típica de la Terra Alta.

Con estos resultados, la comisión organizadora, formada por la Societat Unió Gandesana, el Ayuntamiento de Gandesa, el Celler Cooperatiu de Gandesa y el Consell Regulador DO Terra Alta han superado con creces los objetivos previstos en esta edición.