UNA VIDA CINEMATOGRÁFICA

J. D. Salinger: el misterio sin fin

La película 'Rebelde entre el centeno' indaga en los motivos que llevaron al novelista de culto, fallecido en el 2010, a recluirse durante casi 60 años

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zentauroepp43048946 san diego november 20 1952 exclusive call for image180427164454 / Hulton Archive

Nando Salvà

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Jerome David Salinger, J.D. para los amigos –no se sabe si llegó a tener alguno–, compite con Greta Garbo y Howard Hughes por el título no oficial de Recluso Más Famoso del Mundo. El autor de 'El guardián entre el centeno' dio la espalda a la fama en 1953, mientras su novela se convertía en algo parecido a un manual para adolescentes airados, y una década después decidió callar para siempre. Entre sus millones de lectores se convirtió en un símbolo de integridad artística y, aún más, en un héroe; y después, durante medio siglo, fue asediado a las puertas de su casa por periodistas obsesivos y seguidores fanáticos. 

Hoy, 65 años después de la publicación del libro y siete después de la muerte del autor con 91 años, uno y otro retienen intacto el poder de capturar la imaginación colectiva. Y eso explica la existencia de 'Rebelde entre el centeno', 'biopic' dirigido por Danny Strong que rememora la juventud de Salinger en busca de pistas que expliquen qué fue lo que le motivó. No hace falta entrar a valorar la calidad artística de la película para suponer que, dada la ferocidad con la que protegía su privacidad, el propio Salinger se habría sentido horrorizado ante la perspectiva de ser convertido en asunto de un entretenimiento popular.

Obsesivo

La nueva película recrea cómo, después de pasar ocho años intentándolo sin éxito, el joven J. D. logró finalmente que en 1948 'The New Yorker' publicara uno de sus relatos, 'Un día perfecto para el pez banana'. Inmediatamente se hizo un nombre entre los círculos literarios neoyorquinos por la obsesión con la que controlaba que las revistas en las que publicaba no cambiaran ni una palabra de sus textos. También por entonces, tras vender a Hollywood los derechos de su historia 'Uncle Wiggily in Connecticut', tuvo lugar su desencuentro con el cine: cuando llegó a los cines la adaptación de 'Mi loco corazón' (1949), Salinger la odió con toda su alma. Quizá eso explique por qué, en años posteriores, los esfuerzos sucesivos de gente como Marlon Brando, Jack Nicholson, Steven Spielberg y Leonardo DiCaprio por obtener el permiso del autor para llevar a la pantalla la que acabó siendo su obra magna obtuvieron siempre el desprecio por respuesta.

'El guardián entre el centeno' fue publicada en 1951, y su éxito fue inmediato. Las tribulaciones del adolescente Holden Caulfield narradas por él mismo –su expulsión del instituto, su viaje a Nueva York en busca de educación sexual y, sobre todo, del sentido de la vida–, articuló como ninguna obra anterior una sensación de furioso desencanto que imperaba entre la juventud. Y así se convirtió en biblia para toda una generación pese a que, irónicamente, las páginas del libro dejan claro que lo último que Holden desea es ser la voz de su tiempo porque, de hecho, desprecia a sus coetáneos.

'El guardián entre el centeno', publicada en 1951, fue un gran éxito y se convirtió en biblia para una generación

¿En qué medida estaba el personaje inspirado en su creador? 'Rebelde entre el centeno' sugiere que Holden es la suma lógica de las frustraciones románticas de Salinger, sus encontronazos con figuras de autoridad y los traumas que combatir en la segunda guerra mundial le causó. Él, eso sí, nunca se pronunció al respecto. Se negó a hacer promoción del libro, e insistió en que la fotografía de su rostro fuera retirada de la contraportada. Y el día de su 34º cumpleaños, el 1 de enero de 1953, decidió mudarse a 400 kilómetros de Nueva York, a una propiedad en lo alto de una colina que no tenía ni agua corriente ni electricidad ni por supuesto línea telefónica.

Cuento ilegible

Durante los diez años siguientes publicó más bien poco: tres libros de relatos cortos que en su mayoría ya habían visto la luz previamente. Todos fueron éxitos de ventas, pero la crítica coincidió en que no estaban a la altura. Y en 1965, de nuevo a través del 'The New Yorker', Salinger ofreció al mundo 'Hapworth 16, 1924', un cuento larguísimo que lectores y expertos calificaron de ilegible. Después de eso, el silencio.

¿Qué fue exactamente lo que motivó su huida? Hay quien la atribuye al creciente interés del escritor en filosofías orientales como el hinduismo o el budismo zen, que promulgan el abandono del ego. Otros elucubran sobre su incapacidad para digerir las críticas negativas recibidas de figuras literarias como Norman Mailer o John Updike

Sea como sea, los rumores sobre él empezaron a correr como la pólvora. Se dijo que se alimentaba casi exclusivamente de guisantes y frutos secos, y si por obligación tenía que comer alguna otra cosa, luego se apresuraba a vomitarla; que era adicto a la telebasura; que solo salía de casa al volante de un viejo Jeep que tenía cortinas en las ventanas; que siempre tenía a mano una escopeta cargada por si en algún momento necesitaba protegerse de algún fan loco. De esos, por cierto, es de suponer había muchos: parece ser, por ejemplo, que Mark Chapman llevaba una copia de 'El guardián entre el centeno' en el bolsillo el día que mató a John Lennon.

Exilio enigmático

A lo largo de los años, mientras tanto, Salinger se esforzó por impedir que nadie hablara de su persona. En los años 80 acudió a los tribunales para evitar la publicación de una biografía no autorizada; en 1998 trató sin éxito de retirar de las librerías 'At home with the world', libro de memorias en el que la periodista Joyce Maynard afirmaba haber mantenido una relación sentimental con el escritor a principios de los 70 y en el que lo presentaba como un misántropo paranoide y un manipulador de jovencitas impresionables. 

Y posteriormente, ya en la era de internet, peleó sin descanso para controlar la proliferación de sitios web dedicados a su vida y su obra. 

El día de su 34º cumpleaños, el autor decidió mudarse a una casa en la montaña sin agua, ni luz, ni teléfono

Nunca sabremos hasta qué punto contribuyó ese exilio enigmático y obsesivo a otorgar a 'El guardián entre el centeno' un estatus quizá mayor del que merece. La opinión mayoritaria es que el libro no resiste comparaciones con las grandes obras de la narrativa americana moderna firmadas por F. Scott Fitzgerald, William Faulkner o Saul Bellow pero, eso sí, su poder de influencia es mayor.

Hasta la fecha ha sido traducido a 30 idiomas y ha vendido unos 70 millones de ejemplares en todo el mundo, y sumando. Ha influenciado a todos los escritores que en los últimos 60 años han retratado la adolescencia; ha inspirado películas como 'Rebelde sin causa' (1955) y 'El graduado' (1967) y filmografías enteras como la de Wes Anderson. Su protagonista, Holden Caulfield es hoy considerado un héroe arquetípico a la altura de Jay Gatsby y Huckleberry Finn.

A diario

Al parecer, Salinger siguió escribiendo a diario hasta su muerte en enero del 2010. También al parecer, para entonces había completado un total de 15 novelas que guardaba en una caja fuerte, a salvo de las garras de los editores. Si vieran algún día la luz, esos manuscritos podrían aclarar si su autor fue un tótem de la literatura moderna o, por el contrario, un escritor mediocre que supo sacar el máximo partido a un único golpe de inspiración. 

Sea como sea, es improbable que nunca lleguen a hacerlo: se da por hecho que no sobrevivieron al incendio que en 1992 destruyó la vivienda de Salinger. Lo raro habría sido, después de todo, que una figura tan enigmática durante su vida acabara dándonos respuestas después de su muerte. 

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