Regreso al futuro

ROSSI VUELVE A YAMAHA con el beneplácito de Lorenzo, al que el 'Doctor' intentó amargar la vida cuando coincidieron en el 2008

Rossi repasa los datos de su moto sentado en el taller de Ducati en Catar.

Rossi repasa los datos de su moto sentado en el taller de Ducati en Catar.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

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«Jorge ha sido quien más me ha respetado, así que, no solo le agradezco sus palabras, sino que le deseo lo mejor». Valentino Rossi, de 33 años, ganador y campeón en todas las categorías que ha participado, poseedor de nueve títulos mundiales de motociclismo, auténtico mito del deporte de las dos ruedas, estaba, no hace mucho, contra la cuerdas, absolutamente desolado, hundido hasta el cuello, enfangado en la porquería, viviendo amargado en su segundo año en Ducati pues, de los últimos 28 grandes premios disputados, solo ha sido capaz de subirse al podio en dos, ambos en el trazado de Le Mans, donde fue tercero el año pasado y segundo, bajo la lluvia, este año.

Nadie, nadie, quería alDoctor en su equipo, ni pilotando su misma moto, ni como compañero deboxe. Y fue Jorge Lorenzo, de 25 años, el joven al que Rossi trató de amargarle la existencia cuando, en el 2008, llegó comorookie al team oficial Yamaha (recuerden que construyó un muro en suboxepara que el mallorquín no supiera de él), quien le abrió las puertas de la firma de los diapasones, asegurando, no solo que no tenía nada contra el mito italiano, sino que no iba a poner obstáculos para que volviera.

El dinero no es importante

Y eso que Rossi estuvo a punto de impedir, exigiendo a Lin Jarvis, el director deportivo de Yamaha, que no contratase a Lorenzo en el 2008, el despegue del tricampeón mallorquín en la élite de MotoGP. Hace poco más de un mes, cuando Jarvis le suplicó a Lorenzo que renovase, este hubiese podido poner como condición que no contratasen a Rossi. Y no lo hizo, no.

El Rossi que volverá el año que viene a Yamaha será un Rossi con el rabo entre las piernas, el palmarés congelado y habiendo perdido ese áurea que él mismo había divulgado de que era él, y solo él, ni ingenieros, ni fábricas, ni departamentos de competición, quien hacía la moto, quien convertía las motos en ganadoras. Tras haber perdido el libro de instrucciones y fracasado en Ducati, Rossi acaba de fichar por las dos próximas temporadas por Yamaha como compañero de Lorenzo, líder actual de MotoGP, con 123 puntos más que elDoctor (cinco victorias les separan), sabedor, como reconoció recientemente el italiano Giacomo Agostini, 15 veces campeón del mundo, que«Lorenzo es ahora el jefe y amo de ese boxe, de ese equipo y quien dirige todas las maniobras en Yamaha».

Rossi, que, según adelantó EL PERIÓDICO el pasado 2 de julio, tenía un 50% de posibilidades de regresar a Yamaha tras rechazar una oferta de Audi-Ducati que él mismo calificó de«irresponsable», correrá en Yamaha por unos ocho millones de euros, un 30% menos de lo que lo hacía con las balas rojasitalianas, consciente de que Ducati no le podía ofrecer una moto ganadora.«Esperemos», dijo ayer Jarvis,«que la experiencia, conocimientos, habilidades y velocidad de Lorenzo y Rossi nos mantengan entre los aspirantes al título».