En la Asamblea Nacional

Valls recurre por segunda vez al decreto para aprobar la ley de reforma económica

La oposición presenta una moción de censura al Gobierno que se votará este jueves

Valls responde a las preguntas de los diputados en la Asamblea Nacional, este martes, en París.

Valls responde a las preguntas de los diputados en la Asamblea Nacional, este martes, en París. / periodico

EVA CANTÓN / PARÍS

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Para evitar sorpresas en el trámite parlamentario, el primer ministro francés, Manuel Valls, ha vuelto a echar mano del decreto para aprobar la polémica ley liberalizadora de la economía sin someterla al voto de la Asamblea Nacional, donde el texto se examinaba en segunda lectura.

Como ya hizo el pasado mes de febrero, Valls ha recurrido nuevamente a un mecanismo excepcional, el artículo 49.3 de la Constitución, argumentando que el Gobierno tiene que “acelerar el ritmo de las reformas” y que el proyecto legislativo es “moderno y de progreso”. 

Si entonces el jefe del Ejecutivo se enfrentaba al voto negativo de unos 40 diputados socialistas ‘rebeldes’, ahora el detonante para sacar la artillería pesada fue más bien de orden pragmático, para no eternizar los debates y tener la ley en marcha cuanto antes.

“Es un acto de eficacia para la economía francesa”, ha dicho Valls ante un hemiciclo semidesierto después de que los diputados de la derecha y del Frente de Izquierdas se hubieran ausentado para mostrar así su rechazo a lo que consideran una aprobación “por la fuerza”.

Para el diputado de Los Republicanos, Christian Jacob, la Asamblea Nacional ha sido “humillada” al impedir el debate y el jefe de filas del Frente de Izquierdas, André Chassaigne, ha considerado que el primer ministro “abofeteaba” la democracia.

La cabeza visible del movimiento rebelde en el seno socialista, el diputado Christian Paul, ha juzgado el recurso al artículo 49.3 como “un fracaso colectivo y un error político”.

MAYOR FLEXIBILIDAD

La derecha ya ha presentado una moción de censura que se votará este jueves y que, como sucedió hace cuatro meses, tiene pocas posibilidades de prosperar. El pasado febrero votaron a favor de la censura 234 diputados, pero hacían falta 289 votos para derribar al Gobierno. 

Si se repite este escenario, el texto se considerará aprobado. Luego volverá al Senado, antes de ser definitivamente adoptado por la Cámara baja. Eso sucederá antes del 14 de julio, según comentó esta semana el presidente François Hollande ante un grupo de inversores extranjeros. 

Bautizada como ‘ley Macron’ por el nombre del titular de Economía, Emmanuel Macron, el texto tropieza con la oposición de algunos sectores al introducir cierta flexibilidad de horarios comerciales, liberalizar el transporte en autocar o abrir a la competencia profesiones hasta ahora muy reguladas, como la jurisprudencia y la medicina.

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