Turquía despliega artillería antiaérea en la frontera con Siria

Turquía empezó ayer a reforzar militarmente su frontera con Siria instalando lanzadores de misiles y baterías antiaéreas, seis días después de que las fuerzas sirias derribaran un avión turco alegando que violó el espacio aéreo sirio. Más de 30 vehículos militares con lanzamisiles y artillería antiaérea llegaron a la frontera procedentes de la provincia costera de Hatay.

El equipamiento militar se desplegó cerca de los municipios de Altinözü, Reyhanli y Yayladag, donde se hallan los mayores campos de refugiados sirios, según informó el diario turcoHürriyet. También hubo movimientos de tropas en la provincia de Sanliurfa, en la frontera. Hatay acoge a unos 33.500 refugiados sirios y a desertores de las fuerzas sirias y sus familias, instalados en el campamento de Apaydin.

La huida de civiles de Siria no se ha detenido desde que empezó la represión de la revuelta opositora contra el presidente sirio, Bashar el Asad, puesto que la violencia no cesa. Ayer, al menos tres personas resultaron heridas en una fuerte explosión en el aparcamiento exterior del Palacio de Justicia, en Damasco, y diversos vehículos quedaron calcinados.

REUNIÓN EN GINEBRA/ La comunidad internacional no ha sido capaz de poner fin al conflicto sirio, que se ha cobrado la vida de 13.000 personas, según oenegés sirias. Para encontrar una salida a la crisis, mañana se reunirá en Ginebra el Grupo de Acción para Siria, integrado por Rusia, China, EEUU, Francia, Reino Unido -miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU-, Turquía, las Naciones Unidas, la Unión Europea y la Liga Árabe.

Las posibilidades de que haya un acuerdo son pocas, sobre todo porque Rusia dejó claro ayer que Moscú «no aceptará ninguna solución para Siria impuesta desde el exterior», según indicó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Su homólogo francés, Laurent Fabius, se reunirá hoy con el jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal grupo opositor en el exilio.