LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

Trump escenifica el primer paso hacia la reconciliación con los líderes republicanos

El magnate y Paul Ryan declaran su compromiso para unificar el partido

Donald Trump.

Donald Trump. / periodico

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Donald Trump se ha reunido este jueves con la plana mayor del Partido Republicano en Washington para tratar de limar las muchas diferencias que les separan y formar un frente común de cara a las elecciones generales de noviembre. Tras su esperado encuentro con Paul Ryan, el líder de los conservadores en el Congreso, ambos afirmaron que están “totalmente comprometidos” para trabajar juntos y unir al partido. Pero esta primera cita acabó sin beso. Al ser preguntado por si está listo ahora para respaldar la candidatura del multimillonario neoyorkino, Ryan contestó que el proceso para cerrar filas llevará “algún tiempo”.

Como relato de cinematografía política, el acercamiento entre el partido de Lincoln y su última bestia negra es envidiable. Tiene la tensión larvada de las buenas películas pero, como en las malas, el final feliz está cantado. No les queda otra. Aunque varios notables republicanos hayan jurado no apoyar a Trump (nombres como los expresidentes Bush y los últimos aspirantes a la Casa Blanca, Mitt Romney y John McCain) y no se espera que cambien de parecer porque el magnate los ha insultado personalmente varias veces, el partido no tiene más alternativas que cerrar filas en torno a su candidato si quiere tener alguna opción de conquistar la presidencia y preservar la mayoría que ostenta en las dos cámaras del Congreso.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"La opacidad fiscal persigue a Trump","text":"Donald Trump podr\u00eda convertirse en el primer candidato a la presidencia desde Gerald Ford (1976) en no hacer p\u00fablica una sola de sus declaraciones de la renta. Durante toda la campa\u00f1a, el magnate ha insistido en que su decisi\u00f3n se debe a que sus cuentas est\u00e1n siendo auditadas por Hacienda y no quiere interferir en el trabajo de los inspectores. Tambi\u00e9n ha dicho que a los electores no le interesan. Pero esa opacidad no ha hecho m\u00e1s que alimentar las especulaciones y las cr\u00edticas de sus detractores republicanos y rivales dem\u00f3cratas. Mitt Romney ha dicho, por ejemplo, que incluyen \u201cuna bomba\u201d y podr\u00edan demostrar \u201cv\u00ednculos con la mafia\u201d. Esta semana Trump dijo que no espera hacerlas p\u00fablicas antes de las elecciones, pero ayer\u00a0se retract\u00f3\u00a0diciendo que lo har\u00e1 cuando acabe la auditor\u00eda y ser\u00e1 antes de las generales.\u00a0"}}

“EEUU no puede permitirse otros cuatro años de la Casa Blanca de Obama, que es lo que Hillary Clinton representa”, dijeron Ryan y Trump en un comunicado conjunto tras una reunión de 45 minutos. “Por eso es esencial que los republicanos se unan en torno a nuestros principios compartidos, avancen la agenda conservadora y hagan lo que puedan para ganar en noviembre”. Ryan, que es presidente de la Cámara Baja, reconoció que “existen diferencias” con Trump, pero quiso vender optimismo. Describió al empresario como “cálido y genuino”, con “una buena personalidad”, y dijo que se siente “muy animado” tras escuchar sus ideas. “Ahora estamos plantando las semillas para unirnos y solucionar nuestras diferencias”, añadió. Ambos han acordado mantener reuniones periódicamente.

Pero la pregunta es cómo lo van a hacer porque muchas políticas de Trump chocan con las del liderazgo o directamente pisotean los dogmas conservadores. Está en contra de los tratados de libre comercio, quiere desmontar las bases militares estadounidenses si los países anfitriones no pagan para costearlas, especula con aumentar el salario mínimo y quiere prohibir la entrada a los musulmanes en EEUU, algo que hasta al más islamófobo de los líderes republicanos le daría vergüenza proponer.

También es cierto que Trump dice hoy una cosa y mañana otra. Su ideología es elástica y difusa, si es que la tiene, y es de los que piensa que el fin justifica los medios, por lo que parece estar abierto a cualquier cosa para llegar a un buen acuerdo. Al fin y al cabo es autor de “El arte del pacto”.

El magnate también se reunió con el resto de líderes republicanos en el Congreso, pero a diferencia de muchos de ellos, cuatro horas después del final de los primeros encuentros todavía no había ventilado sus impresiones. “Ha sido todo positivo, cooperativo y estupendo”, ha dicho el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, tras asistir a las reuniones. Aunque es cierto que a buena parte del 'establishment' republicano no le gusta Trump, por más que sea un producto del extremismo que han cultivado en los últimos años, tampoco se les escapa la proeza que ha conseguido. Como dijo ayer Ryan, el presentador de ‘El aprendiz’ ha conseguido más votos que ningún otro candidato republicano a la presidencia en la historia de las primarias