VISITA OFICIAL AL PAÍS SUDAMERICANO

Obama hace autocrítica por el apoyo de EEUU al último golpe de Estado en Argentina

Obama y Macri se dan la mano en la Casa Rosada, en Buenos Aires, este miércoles.

Obama y Macri se dan la mano en la Casa Rosada, en Buenos Aires, este miércoles. / periodico

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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El presidente Barack Obamainició este miércoles su visita a Argentina con un velado ejercicio de mea culpa por el papel de Estados Unidos en el golpe militar que el 24 de marzo de 1976 dio inicio a la peor tragedia política y social de este país. “He pasado mucho tiempo estudiando la historia de nuestra política exterior: hay momentos de gloria y éxito y otros que no fueron productivos, contrarios a lo que creo que deba representar a Estados Unidos”, dijo durante una rueda de prensa junto con su anfitrión, Mauricio Macri. “Hemos emprendido mucha autocrítica”, dijo.

Sin dar nombres, Obama diferenció claramente el papel en los años 70 de las administraciones republicanas, que alentaron a los represores, y la de James Carter, que ejerció fuertes presiones sobre la dictadura de Jorge Videla. “Los derechos humanos eran tan importante como luchar contra el comunismo”, recordó. En cambio, con Richard Nixon Ronald Reagan, los militares argentinos fueron entrenados en la Escuela de las Américas y el Comando Sur. De ellos aprendieron buena parte de las técnicas contrainsurgentes.

Obama se refirió también a la decisión de desclasificar archivos militares y de inteligencia sobre la última dictadura argentina. “Tenemos la plena determinación de hacer nuestra parte a medida que Argentina siga adelante. Espero que podamos reconstruir la confianza que se ha perdido entre nuestros países”, señaló. Macri expresó el agradecimiento de su Gobierno: “Si nosotros dialogamos con los otros países, con solidaridad y respeto, los países colaboran con nuestras peticiones”.

BRASIL, EN LA AGENDA

Ambos presidentes confirmaron que analizaron la situación de Brasil, donde arrecian las presiones para iniciarle a Dilma Rousseff un juicio político. “Esperamos que Brasil pueda resolver su crisis de manera eficaz. Se trata de una democracia madura. Confiamos en que podrá hacerlo y volverá a ser el líder mundial que es”.

El presidente de EEUU aterrizó en la ciudad de Buenos Aires tras tres días de una visita histórica a Cuba y en medio de medidas de seguridad extraordinarias derivadas de los recientes atentados terroristas en Bélgica. La onda expansiva de los sangrientos episodios en Bruselas le ofrecen un marco inesperado a su visita. El Gobierno decidió cerrar avenidas y nueve estaciones de metro. Unos 3.000 agentes, locales y norteamericanos, entre ellos grupos especiales de los 'Marines-2', participarán en el operativo de control en el centro capitalino, donde el presidente Mauricio Macri recibió al visitante.

RELACIONES BILATERALES

Macri y Obama relanzaron relaciones bilaterales después de años de distanciamiento. Banderas norteamericanas flamean en la Plaza de Mayo. Los mandatarios firmaron acuerdos de cooperación en materia de seguridad y comercio. El visitante habló del inicio de una “nueva era”. Antes de llegar a Buenos Aires, el presidente de EEUU calificó a Cristina Fernández de Kirchner de “antinorteamericana”. Obama se verá con jóvenes emprendedores y luego será agasajado en el monumental Centro Cultural Kirchner.

La actividad de mayor peso simbólico tendrá lugar mañana, en el marco de los 40 años del golpe militar que, bajo el patrocinio de Washington, y en particular del secretario de Estado, Henry Kissinger, provocó la mayor tragedia colectiva de Argentina durante el siglo XX. Obama participará en un homenaje a las víctimas de la dictadura en el Parque de la Memoria, ubicado frente al Río de la Plata, donde fueron arrojados desde aviones muchos opositores al régimen. Posteriormente, Obama y su familia partirán hacia la ciudad de Bariloche, unos 1.500 kilómetros al sur de la capital.

SEXTO INQUILINO DE LA CASA BLANCA

Obama es el sexto jefe de la Casa Blanca que visita Argentina. El primer jefe de Estado argentino en recibir a uno estadounidense fue Agustín Pedro Justo, quien saludó a Franklin Delano Roosevelt el 1 de diciembre de 1936, mientras su hijo, el anarquista Liborio, gritaba “abajo el imperialismo yanqui”. Dwight Eisenhower estuvo en 1960. Lo recibió Arturo Frondizi, quien dos años más tarde sería derrocado, entre otras cosas por haberse reunido con Ernesto Guevara. George Bush padre vino en diciembre de 1990, dos días después de la última sublevación castrense que tuvo lugar en este país, y que provocó 14 muertos. En 1997 fue el turno de Bill Clinton. En Argentina gobernaba Carlos Menem. Su canciller, Guido Di Tella, pregonaba las “relaciones carnales” con Washington, que nombraba a este país “aliado extra OTAN”.

Los años de sintonía concluyeron con Néstor Kirchner. En noviembre del 2005, en la ciudad balnearia de Mar del Plata, George Bush hijo fue testigo de cómo Kirchner, junto con Hugo Chávez y Luiz Inacio Lula da Silva, hundían el proyecto de la Casa Blanca de crear una gran zona de libre comercio continental. Obama visita Argentina en momentos en que la fuerza de esas ideas ha perdido fuerte peso en la región.