EN LA ASAMBLEA GENERAL

Siria y la tensa relación con Rusia marcan el discurso de Obama en la ONU

"Estoy dispuesto a trabajar con cualquier Gobierno, incluidos Moscú y Teherán", ha dicho el presidente de EEUU

El presidente de EEUU, Barack Obama, se dirige a la Asamblea General de la ONU.

El presidente de EEUU, Barack Obama, se dirige a la Asamblea General de la ONU. / jm/pr

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Con cerca de 200.000 muertos y cuatro millones de personas obligadas a buscar refugio fuera de su país, el conflicto de Siria, cuatro años después de iniciarse, sigue apremiando y dejando de manifiesto los problemas de respuesta de la comunidad internacional. Esa guerra y esa crisis humanitaria son uno de los ejes centrales del debate la Asamblea General de Naciones Unidas, que ha arrancado este lunes en Nueva York y han sido también uno de los núcleos del discurso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ha asegurado que Washington está "dispuesto a trabajar con cualquier nación, incluidas Rusia e Irán, para resolver el conflicto", pero ha dicho también que "después de tanta sangre y matanzas no puede haber un retorno al 'statu quo' previo a la guerra".

Las palabras más duras de Obama han sido para Bashar el Asad, al que ha acusado de iniciar la guerra con represión y de "masacrar a decenas de miles de sus ciudadanos" y cuyo relevo en el poder ve como requisito imprescindible para una transición. Ha sumado también a la ecuación el imprescindible combate contra el Estado Islámico. "No hay lugar para un culto apocalíptico como el EI", ha dicho.  Pese a la mano tendida a Irán y a Rusia para buscar una solución consensuada, Obama ha tenido en su intervención duras palabras para Teherán y, sobre todo, para Moscú (también para China).

Las ha pronunciado horas después de que a Washington le pillara por sorpresa un principio de acuerdo entre Rusia, Irak y Siria para combatir al EI y horas antes de mantener en Nueva York una reunión bilateral con Vladímir Putin, que esta tarde habla a la Asamblea General por primera vez en 10 años. Obama ha criticado directamente a Rusia por la anexión de Crimea y la "agresión" en Ucrania y ha asegurado que "EEUU no puede quedarse parado cuando se amenazan la soberanía y la integridad territorial".

Pero antes, sin citar a Moscú pero con un claro mensaje para Putin, ha sido aún más duro. "la prosperidad duradera no solo depende del acceso y la extracción de minerales, depende del éxito de sus ciudadanos, del respeto a los derechos individuales, del buen gobierno, de la seguridad personal. La represión interna y la agresión internacional son síntomas del fracaso".