El Reino Unido avala de nuevo a Cameron, según los sondeos

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Los conservadores han ganado las elecciones legislativas británicas y el Partido Nacional Escocés (SNP) habría obtenido una victoria histórica, de acuerdo con el sondeo divulgado anoche a pie de urna, en el momento de cierre de los colegios electorales. Los conservadores obtendrían 316 escaños, los laboristas 239, el Partido Nacional Escocés 58 escaños, los liberaldemócratas 10 y el UKIP, 2. El resultado, de confirmarse, queda muy lejos del empate técnico entre conservadores y laboristas que venían pronosticando repetidamente las encuestas desde hacia muchos meses.

David Cameron ganaría nueve escaños y se quedaría a solo 10 de la mayoría de 326 escaños que necesita para gobernar en solitario. Su permanencia en Downing Street estaría asegurada para un segundo mandato, aunque deberá contar con el apoyo del Partido Democrático del Ulster DUP o los liberaldemócratas. Una nueva coalición, sin embargo, parece descartada, frente a la opción de un gobierno en minoría.

Los laboristas habrían sufrido una gran derrota con la pérdida de 77 escaños. Ed Miliband no tiene posibilidad alguna con esas cifras de formar una coalición, incluso aunque contara con los liberaldemócratas y el SNP. Miliband deberá enfrentarse a la ira de su partido y su posición como líder y jefe de la oposición parece totalmente insostenible. Anoche incluso había rumores de que otra figura laborista, Ed Balls, responsable de la los asuntos económicos en el gabinete en la sombra, podría estar en serios apuros para renovar el escaño. A la derrota laborista ha contribuido la barrida aniquiladora sufrida en Escocia, donde tenía 41 diputados.

Escocia es ahora dominio absoluto del SNP, que de los seis diputados que tenía en Westminster pasará a tener 58 y convertirse en la tercera fuerza política a escala nacional. La ministra principal, Nicola Sturgeon, que ha hecho una gran campaña y tiene mucho mérito en la victoria, se mostraba anoche cautelosa ante los datos del sondeo, a la espera de conocer los resultados finales.

PELIGRA NICK CLEGG

El desastre se anuncia peor aún de lo esperado para los liberaldemócratas, que formaron coalición de gobierno con David Cameron y los conservadores. Una arriesgada decisión de Nick Clegg, con promesas no cumplidas y complicidades con los tories, que los electores no les han perdonado. De 57 diputados, el partido centrista se hunde y queda en apenas 10.

Ni el propio Clegg tenía anoche asegurado el escaño en Sheffield Hallam. La carrera en Westminster del más europeo de los políticos británicos es un montón de cenizas. Su renuncia podría producirse en cuestión de horas. «La existencia como partido está seriamente amenazada», ha señalado el politólogo Patrick Dunleavy, de la London School of Economics (LSE).

El UKIP de Nigel Farage tampoco podrá alardear de un gran triunfo. La formación eurofóbica y antiinmigración tiene actualmente dos diputados, y dos diputados será todo lo que consiga. La incógnita es si uno de ellos será el propio Farage, candidato en Thanet South. La impresión es que muchos simpatizantes del UKIP optaron al final por votar a los conservadores para evitar un gobierno de con Miliband como primer ministro, respaldado por los nacionalistas escoceses.

TÁCTICA EFECTIVA DEL MIEDO

En los últimos días de la campaña electoral, Cameron, apoyado por los diarios conservadores, que son mayoría en la prensa británica, ha presentado un futuro apocalíptico para el país si Miliband y Sturgeon unían fuerzas.

Los separatistas, explicaba, quieren romper el país y solo buscan su perdición, influyendo y dictando la política nacional. Ese miedo parece haber funcionado. Incluso ayer, cuando los británicos ya estaban votando, Cameron colgó un vídeo en su cuenta de Twitter pidiendo directamente a los electores que impidieran el tándem de laboristas y nacionalistas.

«David Cameron se ha asegurado el puesto de primer ministro, incluso aunque no tenga la mayoría absoluta», señala Dunleavy. Para el exministro de Educación del gobierno saliente, el conservador Michael Gove, «si los resultados son exactos, eso significa que los conservadores han ganado claramente estas elecciones», indicó anoche.