ENTREVISTA

"Recibo a diario amenazas de muerte en Twitter y Facebook"

Mijaíl Kasiánov, exprimer ministro ruso y dirigente de la oposición

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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Buen conocedor de los entresijos del poder y de la figura del presidente Vladímir Putin, Mijaíl Kasiánov, exprimer ministro de Rusia, se ha convertido en una de los líderes más representativas de la oposición liberal de su país. Es una labor no exenta de riesgos, como lo demuestra el reciente asesinato de Borís Nemtsov.

–Tras el asesinato de Nemtsov, ¿ha mejorado la actitud del Gobierno hacia la oposición liberal? ¿Son más tolerantes o les presionan más?

–Han continuado con la misma línea. Continúan degradando nuestra imagen, asegurando que somos la quinta columna, traidores. Lo que más les molesta son las críticas de mi partido hacia la guerra en Ucrania y la anexión de Crimea. Ese es un tema muy sensible para ellos.

–¿Qué métodos de hostigamiento emplean?

–Diseminan rumores, lanzan casos criminales contra nosotros.

–¿Quién mató a Nemtsov? ¿Y quién ordenó su muerte?

–Me gustaría tener una respuesta. Más pronto o más tarde la tendremos, aunque no mientras estos políticos sigan gobernando. En base a la información que me dan los abogados, hemos concluido que las personas que han sido arrestadas fueron los autores materiales. Pero no hay voluntad de hallar a quienes lo ordenaron. Según los abogados, todas las pistas nuestras conducen a Chechenia, pero las autoridades federales no pueden seguir las investigaciones allí.

–¿Ha recibido amenazas? 

–Recibo un centenar de amenazas de muerte a diario en Twitter y en Facebook.

–¿Perciben cambios en la sociedad rusa tras el asesinato de Nemtsov?

–Es contradictorio. Hubo una ola de simpatía, especialmente en las grandes ciudades; más gente ha querido unirse a nosotros. Pero también se ha creado un miedo adicional. Muchos temen ser identificados con la oposición, y salir a la calle para participar en cualquier actividad que pueda interpretarse como activismo político.

-Usted conoce bien el poder ruso. ¿Cree que hay alguna posibilidad de que Rusia implemente el acuerdo de Minsk, especialmente la monitorización internacional de la frontera?

–Mi impresión es que Putin y su equipo no quieren cumplir esta parte del acuerdo. Y es el punto crucial del proceso de paz. Putin pretende mantener así el conflicto congelado. Detrás hay la estrategia de hacer que todo el mundo se canse de la guerra. Así, Europa cerrará los ojos, porque no hay muertes masivas, y esto ya basta. Los acuerdos de Minsk II contienen todos los puntos necesarios para pacificar la región, pero el orden de implementación es erróneo.

–¿Cuál es su opinión acerca de las sanciones contra Rusia?

–Son completamente razonables. Las sanciones a los individuos del poder que están mermando la arquitectura de seguridad europea solo les niegan privilegios, como visitar la UE, o que usen los recursos financieros de la UE. Las sanciones sectoriales también son justificadas porque no tienen como objetivo a la economía, sino a aquellos instrumentos en manos de Putin, como las corporaciones estatales, que le conceden acceso a recursos y dinero para continuar con sus políticas agresivas.

-¿Por qué Putin es tan popular?

-Es populista y está atento a lo que la gente quiere oír. No me extraña que sea amado por la extrema izquierda y extrema derecha en España, Francia o Grecia. Estas fuerzas siempre recurren al populismo. H