GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

¿Qué quiere Turquía en Siria?

El Gobierno del presidente Erdogan, que insiste en la marcha de Asad, persigue neutralizar las guerrillas kurdas a ambos lados de la frontera

Una multitud participa en un funeral por un miliciano kurdo muerto en la lucha contra el Estado Islámico, el 20 de noviembre en Estambul.

Una multitud participa en un funeral por un miliciano kurdo muerto en la lucha contra el Estado Islámico, el 20 de noviembre en Estambul. / periodico

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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El vecino más potente de Siria, Turquía, quiere largar de manera nada disimulada al inquilino que considera más díscolo del bloque: el sirio Bashar el Asad. Tanto el Gobierno de Ankara como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, han manifestado que la solución al conflicto en Siria pasa por la marcha de Asad. “No hay sitio para Asad en el futuro de Siria” es una de las frases más repetidas entre los líderes turcos en material internacional.

Entre las amenazas que Turquía ha encontrado en Siria se cuenta el relativo éxito de las milicias kurdo-sirias en el territorio fronterizo turco contra el Estado Islámico (EI). Los kurdos de Siria, los de Turquía, Irán e Irak comparten un territorio dividido por las fronteras de estos países y las supuestas aspiraciones de un territorio kurdo independiente no despiertan simpatía alguna entre las autoridades turcas. De ahí la presunta laxitud de Turquía en el control de yihadistas que entran en su territorio. De hecho, los atentados atribuidos al Estado Islámico en Suruç (en el sur de Turquía, que el 20 de julio dejaron 33 muertos) y los de Ankara (20 de octubre, 102 muertos) tuvieron mayoritariamente como víctimas a kurdos, prokurdos e izquierdistas, todos ellos opositores del Gobierno del país.

Además, Ankara ve las milicias kurdo-sirias YPG como una extensión de la guerrilla kurdo-turca del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado un grupo terrorista por WashingtonBruselas y la propia Turquía. Y, en la lógica turca, ninguna concesión a las YPG traerá buenas consecuencias en el territorio propio. El flujo de armas entre ambos grupos es constante, según Turquía.

PASIONES INDEPENDENTISTAS

En resumen: Turquía no quiere que un éxito de las guerrillas kurdas contra el Estado Islámico (EI) resulte en un avivamiento de las pasiones independentistas de los kurdos a ambos lados de la frontera. Estados Unidos no se ha metido en cuestiones de política interna turca y se ha mostrado mucho más pragmático. Así, ha suministrado armamento a las YPG, hasta ahora las más eficaces a la hora de dar la batalla a los yihadistas.

En cuanto al EI, Turquía sí ha bombardeado en ocasiones sus posiciones en Siria, aunque con mucha menos virulencia y asiduidad de lo que lo ha hecho contra el PKK. Por otro lado y a pesar de ser un país constitucionalmente laico, Turquía es practicante mayoritaria de la vertiente suní del islam, como así son muchos de los grupos opositores al régimen de Asad, de la minoría alauí. Busca pues ampliar su influencia en la región.