Otro Castro, mismo embargo

Raúl Castro se estrena en la Asamblea de la ONU y el bloqueo frena la normalización

Raúl Castro, anoche en la ONU.

Raúl Castro, anoche en la ONU.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ha tenido que pasar más de medio siglo para que Raúl Castro vuelva a pisar Estados Unidos. En su primera intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente cubano describió el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con su vecino del morte como el inicio de un «largo y complejo proceso hacia la normalización», un objetivo que, sin embargo, no se materializará hasta que Washington «ponga fin» al embargo y devuelva a Cuba «el territorio ilegalmente ocupado por la base naval de Guantánamo». Su discurso no tuvo grandes palabras de conciliación hacia EEUU, pero tampoco apuntó directamente al imperialismo yanki como el origen de casi todos los males del mundo.

No hay duda de que el clima de la relación ha cambiado radicalmente. Hace poco más de una semana Castro habló con el presidente Barack Obama sobre la visita del Papa Francisco a sus países, un Papa que ejerció de puente en las negociaciones secretas que ambos gobiernos mantuvieron antes de anunciar el deshielo el pasado 17 de diciembre. Y ese diálogo continuará hoy, cuando los dos dirigentes vuelvan a sentarse frente a frente en una de las reuniones paralelas a la Asamblea, como ya hiceron durante la Cumbre de las Américas en Panamá.

UN ANACRONISMO

Pero las diferencias se mantienen. Además del fin del bloqueo y la devolución de Guantánamo, Castro exigió que cesen las transmisiones anticastristas de Radio y Televisión Martí. que financia el gobierno estadounidense, «los programas de subversión y desetabilización contra Cuba», y que se compense a La Habana por «los daños» del bloqueo.

Ese bloqueo es un anacronismo sin apenas respaldo fuera del Congreso estadounidense. 188 países lo condenan y la Asamblea General de la ONU lleva tres décadas aprobando resoluciones estériles para que se levante. Tampoco en la Casa Blanca tiene partidarios.

«Confío en que nuestro Cogreso levantará inevitablemente un embargo que no debería seguir en pie», dijo el presidente Barack Obama durante su intervención horas antes. Obama explicó que se mantienen las diferencias con el Gobierno cubano, en asuntos como los derechos humanos, pero insistió que el mejor camino para propiciar la apertura pasa por una relación más estrecha.

56 AÑOS DESPUÉS

La primer y última vez hasta ahora que Raúl Castro viajó a EE UU fue en 1959, pocos después del triunfo de la Revolución cubana y antes de que se quebraran las relaciones. Se unió a su hermano Fidel en una visita a Houston, en la que fueron recibidos como héroes por el alcalde y los empresarios locales. Aquella visita también dejó una sonora bronca entre los dos hermanos que, según ha contado en un libro un ex analista de la CIA, se enzarzaron a gritos en la suite del hotel donde se alojaban. Los Castro siempre lo han negado.