GUERRA CIVIL EN ORIENTE PRÓXIMO

Gobierno sirio y oposición se cruzan reproches en la conferencia de Ginebra-2

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, habla con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, antes del inicio de la conferencia de paz.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, habla con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, antes del inicio de la conferencia de paz. / MT AK PT cb

MONTSERRAT RADIGALES / Montreux (enviada especial)

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La conferencia internacional sobre Siria denominada Ginebra 2 se ha inaugurado en la mañana de este miércoles en la ciudad suiza de Montreux con las intervenciones de los principales protagonistas y el clima de tensión no ha tardado en ponerse de manifiesto en la sala evidenciando una vez más el abismo que separa a las partes enfrentadas y las enormes dificultades que afrontará el proceso real de negociación directa entre el régimen de Damasco y la oposición (en gran parte en el exilio) que debe abrirse el viernes en Ginebra.

La nota la ha dado sin duda el viceprimer ministro y titular de Exteriores sirio, Wallid Muallem, que no solo ha abusado de las normas que rigen en el encuentro --cada uno de los 45 participantes tiene asignados siete minutos para su discurso, excepto los representantes del Gobierno y de la oposición sirias, a quienes se les han concedido 10 minutos-- y se ha enfrentado por ello al secretario general de la ONUBan Ki-moon, sino que ha lanzado durante 45 minutos una diatriba en la que no ha dejado títere con cabeza.

Ataque incendiario de Muallem

En un discurso muy incendiario, Muallem ha acusado a algunos de sus vecinos árabes de querer "devolver Siria" a la Edad Media y de haber orquestado una campaña de "desinformación, manipulación y mentiras". "Es lamentable que se sienten aquí representantes de estados que tienen sangre del pueblo sirio en sus manos, países que exportan el terror y financian el terrorismo". Y para dejar claro que se estaba refiriendo a Arabia Saudí y a Catar ha añadido: "No tienen vergüenza de darnos lecciones de democracia mientras ellos viven de una forma retrógrada en países que son propiedad de un rey o de un emir".

Turquía tampoco ha escapado de las iras del dirigente sirio. Después de repetir la conocida teoría del régimen de Damasco de que el conflicto en Siria comenzó a causa de una conspiración internacional para destruir el país, ha señalado que "nada de esto hubiera ocurrido si no fuera por el Gobierno de Erdogan"  (el primer ministro turco). También ha intentado descalificar a los opositores al régimen a los que ha acusado de "haberse vendido a Israel" y de haberse llenado de vergüenza "al incitar a EEUU para que lanzara un ataque a Siria". "Ustedes viven en Nueva York y yo vivo en Siria", les ha espetado tras llamarles "traidores" y "agentes vendidos al enemigo".

Transición sin Asad

El discurso de Muallem, como reflejo de la naturaleza del régimen al que representa, ha dado aún más significado si cabe a la intervención del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que le ha precedido en el uso de la palabra. Kerry se ha encargado de recordar que "la revolución no empezó con una resistencia armada; empezó con protestas pacíficas y fue reprimida con violencia". El jefe de la diplomacia de EEUU ha subrayado que la declaración de Ginebra 1 aboga por el establecimiento de un gobierno de transición en Siria acordado "por consenso mutuo" y ha dejado claro que "(el presidente sirio, Bashar el) Asad no será parte de este Gobierno de transición".

"Es imposible, inimaginable que este hombre que ha dirigido tal violencia contra su propio pueblo pueda conservar la legitimidad para gobernar", ha dicho el secretario de Estado de EEUU. Y ha sido contundente al señalar, en clara referencia a Asad, que "lo único que impide" un acuerdo para iniciar el proceso de transición es "la tozudería en aferrarse al poder de un hombre y una familia".

Ahmad Jarba, el presidente de la Coalición Nacional Siria (la principal plataforma que agrupa a la oposición moderada) se ha expresado en términos duros pero, pese a todas las provocaciones, no ha imitado el tono de Muallem. Ha recordado también los inicios pacíficos de las protestas. "Defendernos con armas no era nuestra opción; es una opción que nos fue impuesta porque no tuvimos más remedio", ha afirmado. Ha descrito el calvario que sufre el pueblo sirio y ha subrayado que la conferencia "constituye una oportunidad real para una solución política" pero ha advertido de que "Siria es víctima de un hombre que lo único que desea es permanecer en su trono".

Jarba ha reclamado a Asad que ceda el poder a un gobierno de transición según lo estipulado en la conferencia de Ginebra-1. "Queremos saber si tenemos un interlocutor en esta sala y, en este caso, le pedimos que firme el Comunicado de Ginebra que establece que todas las competencias de (Bashar) Al Asad, ejecutivas, militares y jurisdiccionales, deben ser transferidas a un órgano transitorio de gobierno", ha dicho Yarba.

Negociaciones "ni fáciles ni rápidas"

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que ha abierto la conferencia, ha emplazado a ambas partes a aprovechar esta "oportunidad histórica" para firmar la paz tras tres años de guerra civil. "Después de tres años lamentables de conflicto y de sufrimiento en Siria, hoy es un día de esperanza", ha dicho Ban en su discurso. "Estamos ante unos desafíos extraordinarios", ha dicho antes de dirigirse particularmente a las delegaciones sirias para animarles a tomar "un nuevo camino". "Todos los sirios tienen la vista puesta en vosotros. Los representantes de la oposición y del Gobierno tenéis una enorme oportunidad" y una "responsabilidad hacia el pueblo sirio", ha subrayado el dirigente de la ONU.

Kerry y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, han coincidido en que las negociaciones no serán "ni fáciles ni rápidas". Ellos mismos han evidenciado las diferencias existentes sobre cómo debería ser un gobierno de transición en Siria. El representante de Arabia Saudí, el ministro Saud al-Faisal, se ha alineado con las tesis de EEUU y ha considerado que la transición en Siria no puede depender ni de Asad de ni quienes tienen "las manos manchadas de sangre".  Por su parte, el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, ha pedido altos el fuego inmediatos en Siria y la apertura de corredores humanitarios que permitan hacer llegar ayuda a la población civil afectada por el conflicto.