El estado de Michigan cede la gestión de Detroit a un experto en bancarrotas

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La ciudad de Detroit, antaño boyante capital del motor y desde hace unos años pasto de la pobreza y la degración, intentará dar un vuelco a su situación. En el filo de la bancarrota y tras declarar este mes el estado de emergencia fiscal, finalmente este jueves el gobernador del estado de Michigan, Rick Snyder, ha decidido retirar los poderes al gobierno municipal y encargar la gestión de la ciudad a un abogado experto en bancarrotas.

El elegido para asumir la titánica tarea es Kevyn Orr, que se ha hecho popular por su trabajo en la reestructuración de Chrysler, uno de los gigantes del automóvil establecidos en Michigan,y que se ha manifestado dispuesto a recuperar la ciudad en lo que ha llamado "las Olimpiadas de la reestructuración". "Vamos a ello, vamos a trabajar juntos porque lo podemos solucionar. Espero no tener que declarar la bancarrota", ha señalado Orr en rueda de prensa, flanqueado por Snyder y por el alcalde de Detroit, Dave Bing, tras aceptar el encargo.

Los poderes del alcalde

Como gestor de emergencia --una figura contemplada en la legislación de Michigan--, Orr, que asumirá el cargo el próximo 25 de marzo, asumirá la autoridad de todos los cargos electos del consistorio, empezando por el alcalde. Tendrá plenos poderes; podrá renegociar contratos de trabajo, privatizar servicios y vender propiedades municipales.

Sobre la mesa tendrá multitud de problemas; un déficit que se arrastra desde hace una década, la falta de fondos para pagar las pensiones y los seguros sanitarios. Más de un tercio de los ciudadanos viven en la pobreza y la tasa de desempleo está en el 18,2%; muy alejada de la media nacional del 7,7%. Servicios básicos como la iluminación de las calles o la protección policial ya no funcionan y la ciudad sufre los efectos del desgobierno y de la corrupción política.

En menos de 16 meses

Aunque fue la industria del automóvil la que hizo grande a Detroit, la reciente recuperación de este sector no se ha notado mucho en la ciudad ya que las grandes plantas de producción, a excepción de la de Chrysler, se encuentran fuera de la ciudad.

Pese a este panorama, Orr se ha mostrado optimista. Ha señalado que si lo consigue será una de los mayores recuperaciones en la historia del país y ha apuntado que, aunque su contrato es por un periodo de entre 12 y 16 meses, espera acabar su trabajo antes.

Las autoridades municipales de Detroit se habían opuesto a ceder el control al estado y argumentaban que estaban haciendo progresos, pero no han convencido al gobernador. El alcalde, un empresario del acero y exjugador de baloncesto, ha asegurado que colaborará con Orr.

Largo declive

La dramática decisión adoptada por el gobernador de Michigan culmina el largo proceso de declive que ha marcado a la ciudad que un día fue capital de la industria del automóvil de EEUU y cuna de la música de la Motown. Antes la quinta mayor ciudad del país, ahora ocupa el lugar 18º del ránking con apenas 700.000 habitantes.

Snyder ha defendido que Orr, de 54 años, es la persona ideal para intentar revertir esta situación. "Tiene una trayectoria de éxito en reestructurar empresas y gestionar bancarrotas. Es uno de los expertos del país", ha señalado el gobernador. A favor de Orr también ha jugado su trabajo para ayudar a reflotar Chrysler así como su origen afroamericano que en círculos políticos se apunta que le será útil para tratar con los líderes sociales de una ciudad en la que el 83% de la población es negra.