EEUU lanza su bomba convencional más potente contra el Estado Islámico en Afganistán

la bomba GBU-43/B

la bomba GBU-43/B / periodico

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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El 12 de noviembre de 2015, antes de que en Estados Unidos hubiera empezado siquiera el proceso de primarias, Donald Trump ofreció un mitin en Fort Dodge, una pequeña localidad de Iowa, y aquellos 95 minutos de invectiva dejaron para hemerotecas y videotecas dos de sus frases relacionadas con el combate contra el Estado Islámico: "Voy a cagarlos a bombas" y "Sé más sobre el EI que los generales".

Hoy, ese hombre que entonces usaba sus experiencias empresariales para declarar "soy bueno en la guerra", es presidente y comandante en jefe de Estados Unidos. Sus Fuerzas Armadas usaron el jueves en Afganistán la pieza más potente de su arsenal convencional, un arma denominada GBU-43/B y conocida popularmente como 'la madre de todas las bombas' que nunca antes se había empleado en combate aunque EEUU la tiene a su disposición desde 2003. Y aunque el presidente ha hablado de "éxito", la operación saca a la luz numerosos interrogantes sobre su táctica y su estrategia militar.

MÁS PODER A LOS MILITARES

Pese a sus bravuconadas de campaña, Trump no solo se ha rodeado en su Administración de militares, a la par descuidando el nombramiento de civiles para cargos que deben equilibrar el poder militar. También ha dado más autoridad a los mandos militares en activo desde que llegó al Despacho Oval. Ni siquiera se ha confirmado que autorizara personalmente la operación del jueves. Y está delegando buena parte de las decisiones en generales como John Nicholson, que está al mando de las fuerzas estadounideses en Afganistán y es quien dio la orden de lanzar el jueves la GBU-43/B.

El objetivo era una red de túneles que el EI-Jorasán, un grupo afiliado al EI en Afganistán, tiene en la provincia oriental de Nangarhar (la misma donde el día 8 falleció un sargento que participaba en operaciones especiales, el primer militar estadounidense muerto este año en combate en Afganistán. Según el Ministerio de Defensa afgano, en el lanzamiento de 'la madre de todas las bombas' murieron 36 combatientes (aunque un portavoz de la oficina del gobernador local ha hablado de 82 muertos).

La imponente bomba, según ha declarado este viernes en Kabul el general Nicholson, era "el arma adecuada contra el objetivo adecuado". Y la argumentación es que era un forma de debilitar la infraestructura del grupo, formado por antiguos talibanes y que apareció por primera vez en 2015 en 11 distritos de la región, con unos 2.000 o 3.000 combatientes. Meses de asedio de operaciones especiales estadounidenses con drones y acciones militares afganas han limitado a sus fuerzas a unos 700 combatientes, presentes ya solo en tres distritos, y según Nicholson el EI-J se había empezado a refugiar en el uso de artefactos explosivos improvisados y en la red de túneles, algo que ha definido como “un gran obstáculo” para sus objetivos.

MENSAJES POLÍTICOS

Nicholson ha asegurado también que basó su decisión de emplear esa bomba en realidades de combate sobre el terreno, sin tomar en cuenta motivaciones políticas, como una potencial demostración de poderío militar de EEUU. Y varios expertos militares han descartado también esa interpretación del uso de 'la madre de todas las bombas' como un mensaje de Trump a Corea del Norte o Irán. Lo hacen por particularidades del arma, como su incapacidad de penetrar en búnkeres subterráneos o el hecho de que tenga que ser lanzada desde aviones de cargo que serían susceptibles a sistemas de defensa aérea como los de Pionyang o Teherán.

Más allá de esta operación particular, lo que muchos cuestionan es la efectividad de la delegación de autoridad que está realizando Trump sin marcar previamente una estrategia militar, algo que se ha hecho evidente ya en Siria, con el despliegue de buques de guerra en aguas cercanas a Corea del Norte o en el ataque del jueves en Afganistán. “Como hay muchas mentes militares pensando, las respuestas están  muy alineadas a consideraciones militares pero no diplomáticas o de política nacional”, ha declarado a 'Politico'  Alice Hunt Friend, del Centro para Estudios Internacionales y Estratégicos.

Tanto ella como otros expertos han cuestionado la lentitud de Trump para nombrar a civiles para varios cargos en los Departamentos de Defensa, Tesoro y Estado que entrarían en el Consejo de Seguridad Nacional. “Se supone que los civiles le dan contexto político de lo que se está haciendo y del por qué se está haciendo”, ha declarado Hunt Friend. Y Andrew Hoehn, que trabajó en estrategia del Pentágono para George Bush, también ha apuntado que esa falta de equilibrio entre personal militar y civil es “una preocupación”.

VÍCTIMAS CIVILES

También hay una creciente alerta ante el aumento de víctimas civiles en las operaciones militares de EEUU. Nicholson ha insistido en que en la del jueves en Afganistán se tomaron “todas las precauciones” para evitarlas y ha asegurado que las tropas que han ido al lugar del impacto no las han encontrado (buena parte de la población civil de la región la ha ido abandonando desde la aparición del EI-J en 2015). Pero en marzo, al menos 150 civiles murieron en un bombardeo de fuerzas de la coalición en Mosul (Irak) y esta misma semana un error en Siria provocó la muerte de 18 combatientes aliados.