Macron desata la polémica al justificar un homenaje a Pétain

El “itinerario de la memoria” que está haciendo Emmanuel Macron a través de los escenarios de la Gran Guerra para conmemorar el Centenario del Armisticio se ha cobrado este miércoles la primera polémica.

Frente a las crecientes críticas, el presidente francés ha justificado el homenaje que este sábado se rendirá en Los Inválidos de París a los militares que participaron en la Primera Guerra Mundial. Entre ellos, el mariscal Pétain, que presidió el Gobierno colaboracionista de Vichy en los años 40.

Según Macron es “absolutamente legítimo” rendir homenaje a los mandos militares que llevaron al Ejército francés a la victoria en 1918. “No oculto ninguna página de la Historia. El mariscal Pétain fue, durante la Primera Guerra Mundial, un gran soldado. Esa es la realidad de nuestro país”, ha dicho en Charleville-Mèzieres, población de las Ardenas a la que ha viajado en su cuarto día de periplo por las antiguas trincheras.

La cara y la cruz

Para salir al paso de sus detractores, ha argumentado que “la vida política, como la naturaleza humana, es mucho más compleja de lo que se pueda creer” y que, como en el caso de Pétain, se puede haber sido un gran soldado en la Gran Guerra y haber liderado “decisiones funestas” durante la Segunda Guerra Mundial.

“Estamos celebrando el Centenario de la victoria. La victoria de una nación y también la de un Ejército y sus mariscales”, ha zanjado. Sus palabras han irritado al presidente del Consejo representativo de las instituciones judías (Crif) de Francia, Francis  Kalifat, quien en un tuit ha recordado que la “indigna” actitud de Pétain en 1945 le inhabilita para recibir ningún tipo de homenaje.

Traidor y antisemita

Tampoco Jean Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa, ha apreciado la posición de Macron. “Pétain es un traidor y un antisemita. Sus crímenes y su traición no prescriben” ha dicho en la misma red social. El diputado socialista Luc Carvounas ha considerado el homenaje como “un insulto a la memoria de los héroes franceses, ciudadanos, resistentes y militares, y a las familias de los judíos deportados de la Segunda Guerra Mundial”.

El portavoz gubernamental, Benjamin Griveaux, ha intentado apagar el fuego denunciando una “mala polémica” y desempolvando una frase del general De Gaulle sobre Pétain, según la cual “su gloria en Verdun no podrá ser ni contestada ni desconocida para la patria”.