RELEVO PRESIDENCIAL EN ARGENTINA

Los retos del nuevo presidente

El dólar, los derechos humanos, y la pobreza son los temas que desvelan a una sociedad de intereses dispares

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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Ya con el bastón de mando y la banda presidencial, son varios los retos que afrenta Mauricio Macri. Relanzar una economía estancada será su principal desafío, pero no el único.

ECONOMÍA: LA DIFÍCIL PROMESA DE LIBERAR EL DÓLAR.

Las restricciones  a las importaciones y al giro y la compra de dólares, lo que se ha conocido como “el cepo cambiario”, le costaron a Cristina Fernández de Kirchner el enojo de las clases media y alta.  El kirchnerismo ya es historia, pero antes de acabar, los mismos argentinos que han aborrecido a la presidenta saliente se dieron un festín de compras en el exterior. El dólar subsidiado no sirvió para reparar esos enconos. En los últimos 30 días, unas 600.000 personas viajaron al exterior y gastaron 356,4 millones de dólares. Pero eso no alcanza. Los votantes de Mauricio Macri esperan ahora que cumpla la promesa electoral de levantar cuanto antes “el cepo.” El ministro entrante de Economía, Alfonso Prat Gay, dijo que la situación se normalizará de manera gradual. Las reservas del Banco Central (BCRA) son escasas: 21.000 millones de dólares. El Gobierno sabe que necesita más divisas. Cuando los grandes exportadores de cereales, que retuvieron sus granos estos meses, liquiden las exportaciones, el BCRA recibirá una inyección importante de billetes norteamericanos. Pero para liberar el mercado cambiario, el Gobierno necesita préstamos de la banca internacional. El camino del endeudamiento se avizora en el horizonte otra vez. Se termina también el dólar barato aunque nadie quiera hablar de devaluación.

DERECHOS HUMANOS: EL DESAFÍO DE CONTINUAR LOS JUICIOS

Hace 15 años, Elisa Carrió estaba a la izquierda de sí misma: ella fue una de las impulsoras de la anulación de las leyes de impunidad. Pero la arquitecta de la coalición que llevó a Macri a la victoria tiene ahora otra mirada. “No se puede tener presos a hombres de 80 años solo por venganza”. Los movimientos de derechos humanos ya están en alerta. Temen que Argentina, como el cangrejo, vuelva a caminar hacia atrás. En estos 12 años se realizaron 148 juicios contra militares y civiles que participaron de la represión en la última dictadura militar (1976-83). Hubo 869 procesamientos, 778 condenas y 80 absoluciones. Los abogados de los represores celebraron los “vientos de cambio” que traen un Gobierno de derechas.  Para desconsuelo, el Ricardo Lorenzetti, el presidente del Tribunal Supremo, aseguró que “no hay marcha atrás con los juicios de lesa humanidad” porque se trata de una “política de Estado”. Macri ha evitado por el momento definiciones contundentes. Pero muy pronto le pedirán que las explicite.

LA SITUACIÓN SOCIAL:  LA BÚSQUEDA DE NUEVAS SOLUCIONES

 En 2002, la pobreza afectó al 57% de los argentinos como consecuencia de la debacle económica y la posterior devaluación. Tras años de crecimiento sostenido y recuperación del empleo, millones de personas pudieron salir de esa condición. A pesar de las mejoras sustanciales, el debate sobre el verdadero rostro de la pobreza siempre estuvo en un primer plano. La oposición nunca ha dado por ciertos los indicadores oficiales que ubicaban la pobreza en un 5% y la indigencia en 1,27%. Para el macrismo, las estimaciones de la Universidad Católica Argentina (UCA) fueron palabra santa. Según la UCA, un 40,2% de los hogares urbanos (4,5 millones de personas) son pobres. Ahora es tiempo de que se divulguen las cifras reales. El flamante presidente ganó los comicios con la consigna de “pobreza cero”, que repitió en su primer discurso frente a la Asamblea Legislativa. Por ahora, se desconoce cuál es el plan para alcanzarla. Por lo pronto, Macri garantizó el mantenimiento de  la Asignación universal por hijo (AUH), una suerte de seguro social que se otorga a 7,7 millones de personas. Por cada hijo menor de 18 años, esas familias reciben unos 60 dólares.