Tragedia aérea

Un avión de Lion Air se estrella en Indonesia con 189 personas a bordo

Adrián Foncillas

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Un avión de Lion Air, una aerolínea indonesia de bajo coste se ha estrellado esta mañana en el mar de Java con 189 personas a bordo por razones aún no aclaradas. Se desconoce también la situación de los 181 pasajeros (dos menores y un bebé entre ellos) y los ocho miembros de la tripulación pero las perspectivas son sombrías. El accidente supone la última desgracia que azota este año el país del Sudeste asiático tras una cadena de seísmos tsunamis.

La nave había despegado a las 6.20 AM (hora local) del aeropuerto de Yakarta en dirección a Pangkai Pinang, una ciudad de la isla de Bangka a la que debía llegar una hora después. Los controladores aéreos, sin embargo, perdieron su rastro a los 13 minutos del despegue. El piloto había enviado antes una solicitud para regresar al aeropuerto de partida pero no emitió ninguna señal de emergencia. El portal de seguimiento de vuelos Flightradar revela que el aparato giró hacia el sur y después al noreste antes de precipitarse contra las aguas en una zona con una profundidad de apenas una treintena de metros.

Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la Agencia de Desastres Nacional, ha mostrado desde su cuenta de Twitter las primeras fotografías de los restos de la nave y de pertenencias de los pasajeros como teléfonos móviles, bolsas, ropa o documentos de identidad. Las imágenes televisivas tomadas desde el aire revelan una mancha de combustible sobre el agua.

A la espera de las cajas negras

Los familiares esperan aún que las autoridades revelen más detalles de la tragedia. "No tenemos ninguna información, nadie nos ha dado la información que necesitamos. Estamos confundidos, espero que nuestra familia esté aún viva", ha dicho Feni a la agencia AP. En el avión viajaban su hermana menor y su prometido.

Las fuentes oficiales han confirmado el accidente poco después de la desaparición de la nave y han rehusado especular con sus causas hasta que no sean recuperadas las cajas negras. La aerolínea ha desvelado que el piloto y el copiloto sumaban 11.000 horas de vuelo. La nave, un Boeing 737 Max 8, había sido estrenada apenas un par de meses atrás.

La compañía ha informado de que algún problema técnico, sin precisar más, había afectado a la nave el domingo y que, después de las inspecciones de rigor por parte de pilotos y técnicos, había sido considerada segura para volar. Gerry Soejatman, experto en aviación, ha asegurado en las redes sociales que los restos sugieren un impacto en el agua a gran velocidad desde una altura aproximada de 2.500 metros.

Dispositivo de salvamento

Yakarta ha enviado un dispositivo de salvamento que incluye varios barcoshelicópteros y 160 miembros para encontrar a los pasajeros y las cajas negras que sirvan para averiguar las causas de la tragedia. El accidente de hoy subraya los problemas de seguridad de la aviación indonesia. La UE y EEUU prohibieron a sus aerolíneas volar en su territorio y Bruselas les levantó el veto el pasado junio por sus supuestas mejoras. Ha habido múltiples accidentes, el aeropuerto de Yakarta recibe muchos más vuelos de los que la seguridad aconseja y la compañía accidentada de hoy acumula una docena de incidentes. Un par de pilotos de esta compañía dieron positivo por drogas justo antes de volar.

Indonesia confía en el transporte aéreo para conectar un archipiélago de 17.000 islas. Los accidentes de sus aerolíneas no son infrecuentes. Un avión de Trigana Air se precipitó contra las montañas de Bintang debido al mal tiempo y murieron las 54 personas a bordo en el 2015. Un año después, la caída de un avión militar sobre Papúa causó 13 muertos.

La compañía Lion Air, la mayor aerolínea de bajo coste del país, solo contaba hasta hoy con un accidente mortal desde que fuera fundada en 1999. Ocurrió en el 2004 y murieron 25 personas en la ciudad de Solo. Pero ya había acumulado media docena de incidentes, algunos tan inquietantes como el accidente de una nave cuando aterrizaba en el aeropuerto internacional de la isla de Bali y que se saldó milagrosamente sin víctimas mortales.