NUEVA RONDA DE DIÁLOGO EN VIENA

Irán y las potencias tratan de cerrar un acuerdo nuclear

ANA ALBA
JERUSALÉN

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Los negociadores de Irán y seis potencias mundiales intentaban ayer cerrar a contra reloj un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, que según Teherán es civil, pero a ojos de EEUU y la UE persigue fabricar armas atómicas. El plazo para alcanzar un pacto era el 30 de junio, pero en las últimas dos semanas se ha extendido tres veces y anoche tuvo que volver a ampliarse, pese a que el acuerdo parecía cercano.

La Casa Blanca se mostró dispuesta a prorrogar el pacto que desde 2013 ha permitido congelar parte del programa atómico de Teherán y extender el plazo para seguir negociando.

«Si las conversaciones no se completan hoy, entonces el acuerdo provisional se ampliará de nuevo», destacó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su rueda de prensa diaria.

El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, descartó que las negociaciones entre Irán y el Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania, coordinadas por la UE) se pudieran concluir ayer a medianoche.

La televisión iraní informó de que los líderes negociadores mantendrían reuniones durante toda la noche para intentar alcanzar un acuerdo. En las últimas horas de ayer, filtraciones a la prensa de diferentes delegaciones indicaban que se había alcanzado un entendimiento sobre la práctica totalidad de los asuntos técnicos del eventual tratado.

El objetivo final de un acuerdo duradero con Irán es limitar sus capacidad atómica y asegurar que la República Islámica no pueda fabricar una bomba nuclear.

A cambio de las limitaciones al programa nuclear iraní, que deben ser verificadas por la ONU, la comunidad internacional está dispuesta a apoyar un programa nuclear civil en Irán y levantar las medidas punitivas que pesan sobre el país.

EL APOYO DE RUSIA /Entre los principales escollos para llegar a un pacto en las últimas semanas está la insistencia de Irán de que el embargo de armas y la prohibición del programa de misiles balísticos que el Consejo de Seguridad de la ONU impuso a Irán en el 2006 se levante inmediatamente. Rusia, que vende armas a Irán, ha mostrado su apoyo público a Teherán en esta cuestión.

Otro punto problemático es el acceso de los inspectores internacionales a algunas instalaciones iranís donde podrían haberse llevado a cabo actividades dirigidas a desarrollar armas nucleares. Según la agencia de noticias iraní Fars, el régimen de Teherán exige que en el texto del acuerdo final se deje claro que el programa nuclear iraní es legal.

«Con voluntad política, podemos acabar el trabajo esta noche tarde y anunciar el acuerdo mañana», indicaron fuentes iranís a la agencia Reuters. El posible acuerdo entre el G 5+1 y Teherán ha sido duramente criticado por el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu. «Si las concesiones continúan incluso después de los cantos de muerte a América que hubo en Teherán (el viernes pasado) está claro que algunos quieren llegar a un acuerdo a cualquier precio», afirmó Netanyahu.