la lucha antiterrorista

Irak prepara un contragolpe en Ramadi contra el Estado Islámico

Siria presume de ahuyentar a los yihadistas de la ciudad de Palmira

Un grupo de sunís en las cercanías de Bagdad tras huir de la violencia de Ramadi, ayer.

Un grupo de sunís en las cercanías de Bagdad tras huir de la violencia de Ramadi, ayer.

JAVIER TRIANA
ESTAMBUL

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Apenas tres días después de que el Estado Islámico (EI) levantara la bandera negra que lo representa en el principal recinto gubernamental de la ciudad de Ramadi, Bagdad ha movilizado a unos 3.000 milicianos chiís para volver a hacerse con el control de la estratégica plaza, a un centenar de kilómetros de la capital. El portal iraquí de noticias IraqNews aseguró que «las fuerzas de seguridad, respaldadas por la milicia de Movilización Popular y guerrilleros tribales, se están preparando para entrar en breve a la ciudad», ocupada ahora por los yihadistas.

La agencia de noticias Reuters señaló que los combatientes se han reunido al este de Ramadi, en la base militar de Al Habbaniyah, hacia donde también se desplaza una columna de insurgentes del EI. Las fuerzas aliadas «están en la base a la espera», completamente equipadas y capaces de retomar la ciudad, según Sabah Karhout, líder del Consejo Provincial de Al Anbar, región de la que Ramadi es capital.

«FUERA DE PELIGRO» / Se trata de milicias apoyadas por Irán cuya intervención fue clave para recuperar Tikrit a finales de marzo, pero cuya profesionalidad fue muy criticada una vez concluidos los combates. El riesgo estriba en la presencia (y, sobre todo, el comportamiento con los civiles) de estas milicias chiís en una región, la más extensa del país, poblada en su mayoría por musulmanes sunís y fronteriza en Siria.

Por otro lado, la agencia estatal de noticias de Siria, SANA, publicó fotografías del gobernador de Homs, Talal Al Barazi, visitando una base militar cercana a Palmira, en una supuesta muestra de la mejora de la situación alrededor del importante yacimiento arqueológico, «fuera de peligro», pero con duros combates en las inmediaciones. El Ejército sirio avanza en la zona gracias también a los bombardeos aéreos. Al menos 300 personas han perdido la vida en ese enclave en menos de una semana de enfrentamientos.