Grecia cierra de forma fulminante la radio y la televisión públicas

Con una plantilla de 2.800 trabajadores estupefacta y una crisis del Gobierno tripartito sobre la mesa, la televisión y la radio públicas de Grecia dejaron de emitir ayer por la noche al finalizar su programación. Se materializaba así el anuncio hecho solo horas antes por el portavoz del Gobierno tras la firma de un decreto ley que daba luz verde a la posibilidad de cierre provisional o definitivo del ente público de radiotelevisión (ERT). La decisión, que coincidía con la periódica visita de la troika a Atenas, está orientada a adelgazar el cuerpo de funcionarios para cumplir con las exigencias de la troika: 2.000 funcionarios menos antes de final de año y 15.000 al acabar el 2014.

El decreto, publicado ayer en elBoletín Oficial del Estado, está redactado en un tono general aplicable a todas las empresas públicas pero a nadie se le escapa que es una normativa hecha a medida de los medios públicos. El cierre, que consistirá en despedir a toda la plantilla y volver a crear otra más pequeña y más barata en unos meses.

ASAMBLEA URGENTE / La decisión, que generó la convocatoria de una asamblea de trabajadores de urgencia, también desató un importante encontronazo entre los socios de Gobierno del primer ministro conservador, Andonis Samarás, que tomó la decisión de forma «unilateral». Tanto los socialdemócratas del Pasok como la izquierda moderada de Dimar pusieron el grito en el cielo.

«ERT dejará de existir tras el cierre de la programación de esta noche (por ayer por la noche). En su lugar funcionará lo antes posible un organismo público, moderno, con mucho menos personal», anunció el portavoz del Gobierno, Simos Kedikoglu, que cifró el coste del ente público en 300 millones de euros y lo puso como ejemplo del «típico caso de un gasto increíble»

El portavoz, que detalló que los trabajadores serán despedidos tras cobrar las correspondientes indemnizaciones, podrán volver a solicitar trabajar en el nuevo organismo. Sin embargo, evitó dar detalles del número de personas que integrarán la futura plantilla.

Algunos medios locales, que citaban fuentes gubernamentales, hablaban ayer de un nuevo organismo de radiotelevisión pública que contaría con 700 empleados frente a los 2.800 actuales.

El portavoz del Gobierno, que aseguró que el nuevo organismo empezará a funcionar «lo antes posible», se vanaglorió de la radicalidad de la decisión: «Los cambios no se hacen sin rupturas radicales y muchos decían hasta ahora que no hay voluntad política para rupturas». «El Gobierno actual -añadió- prueba que sí la tiene».

Sin embargo, el decreto fue firmado por los ministros del partido conservador Nueva Democracia, donde milita el primer ministro, pero no por los ministros procedentes de los socios de coalición.

CRÍTICA DEL PASOK / El partido socialista Pasok emitió un comunicado en el que aseguró que la modernización del ERT «no puede hacerse suspendiendo su funcionamiento y a costa de más de 2.000 puestos de trabajo». «Es impensable que en un país europeo deje de funcionar una televisión pública ni siquiera por espacio de una hora», señaló en su comunicado el partido de la izquierda moderada Dimar.

El presidente de la asociación de la prensa hizo un llamamiento a la huelga de todos los medios.