«El fraude ha sido evidente»

Cuenta Vanessa, venezolana de 23 años residente en Valencia desde hace nueve, que muchos de sus compatriotas estaban ayer«tristísimos».«Hasta el punto de que desearles buenos días era considerado un insulto», asegura, sin ápice de broma, la joven. Forma parte de la mayoría antichavista que predomina en la comunidad venezolana en España. Quizá es su juventud la que le hizo mantener la esperanza hasta el último momento de que un nuevo recuento evitara la victoria de Nicolás Maduro, el candidato ungido por Chávez para gobernar el país en su ausencia.

«El fraude ha sido evidente», asegura Vanessa, que se resiste a atisbar un futuro de Venezuela con Maduro al frente.«Es tan ignorante que cada vez que habla lo empeora», asegura.

Todos los venezolanos consultados repiten, como si de un mantra se tratara, que las irregularidades han marcado la jornada electoral en su país. También lo piensa Hirania Martínez, de 41 años, nacida en Maracaibo pero residente en Caracas hasta llegar a Barcelona hace cinco años. Publicista en Venezuela, aquí se gana la vida cuidando a ancianos.

La decepción es evidente en su voz.«Ha ocurrido justo lo que nos esperábamos», explicó para añadir:«Fatal, fatal». Augura días de mucha inestabilidad en su país y la certeza de la permanencia del chavismo en el poder en la figura, ahora, de Maduro.

Represión laboral

«Siempre acaban ganando», lamenta Hirania que, precisamente, salió de Venezuela tras constatar cuán opresivo puede ser un régimen que dice ser democrático.«Firmé contra Chávez y no encontraba trabajo en ningún sitio», rememora. Y añade:«En una empresa me contrataron y, tras una semana, me despidieron sin razón». Asegura que el régimen seguía el rastro de esas firmas en su contra hasta que conseguía estrangularlos laboralmente.

Néstor Gutiérrez, de 25 años, cocinero residente en Sant Fost de Campsentelles, lamenta igualmente el tongo electoral pero se consuela pensando que Maduro es tan«inconsistente»que no aguantará la legislatura.«Hasta los propios chavistas lo cuestionan», concluye.