CRISIS EN CARACAS

La fiscal general de Venezuela termina de romper con Maduro

Ortega Díaz habla durante una conferencia de prensa, en el exterior del edificio del Tribunal Supremo, en Caracas, el 8 de junio.

Ortega Díaz habla durante una conferencia de prensa, en el exterior del edificio del Tribunal Supremo, en Caracas, el 8 de junio. / periodico

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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La fiscal general Luisa Ortega Díaz dio el último paso que faltaba para romper en los hechos con el presidente venezolano Nicolás Maduro. Para enojo furibundo del chavismo más duro y algarabía de la oposición, que encuentra, sorpresivamente, una nueva aliada, Ortega Díaz pidió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela que declare la nulidad de la convocatoria a la elección de los constituyentes que deben reformar la Carta Magna hecha en 1999 a imagen y semejanza de Hugo Chávez. Esa elección está programada para el 30 de julio, pero en el camino sigue acumulando resistencias que no solo provienen de la Mesa de Unidad Democrática (MUD). La fiscal fue aún más lejos con su gesto de diferenciación del Gobierno al pedir a los venezolanos que la imiten y presenten sus propios recursos ante el TSJ.

Con el trasfondo de una nueva movilización de la MUD y el impacto de otras noticias luctuosas (la muerte de un adolescente en las calles), Ortega Díaz fundamentó su reclamación en términos que meses atrás habrían resultado inimaginables. La fiscal general, que viene tomando distancia del chavismo desde el fallido intento de cancelación de las funciones del Congreso, declaró nulas las decisiones del Consejo Nacional Electoral (CNE). “La convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente no cumple con los extremos legales, especialmente porque es el pueblo soberano quien tiene la potestad de convocar una constituyente”.

Ortega Díaz criticó públicamente al organismo electoral. “Escuché a una de las rectoras del CNE decir que no es el organismo encargado de dirimir si la constituyente es o no constitucional. Cito el artículo 303 de la Carta Magna que establece que todo ciudadano investido o no de autoridad tiene la obligación de colaborar en el respectivo establecimiento de su vigencia”.

VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS

El viraje completo de Ortega Díaz ha dejado perplejo a muchos maduristas, entre otras cosas por los términos de su impugnación. El CNE, dijo, ha incurrido en “violaciones de los principios de progresividad de los derechos humanos, violación de la legalidad administrativa, del principio de igualdad y del voto, el derecho al sufragio y la participación política, el principio de la soberanía constitucional, especialmente ese”. Pero, a la vez, predijo consecuencias políticas que pueden ser irreversibles a corto plazo. “Estamos destruyendo el legado del presidente Chávez. El chavismo es una corriente de pensamiento, no es un partido político, es una filosofía de vida y este es el principal legado del presidente”.

Para José Ignacio Hernández, del portal Prodavinci, en las próximas horas se sabrá el verdadero impacto del recurso presentado por la fiscal. Si el TSJ lo admite, “estará iniciando la que podría ser la última oportunidad judicial para detener el fraudulento proceso constituyente y así contribuir al restablecimiento efectivo de la Constitución”. En el caso que lo rechace, “empeorará las condiciones de convivencia de los venezolanos”.

TRAICIÓN

El diputado Diosdado Cabello, uno de los hombres fuertes del Gobierno, se ha referido en duros términos a la fiscal que, a principios de abril, se opuso al dictamen del TSJ contra la Asamblea Nacional (AN, Parlamento). “Ay, Luisa. No vayas a decir que fue porque no hablamos nunca. Ellos (opositores) hoy te aplauden y mañana te crucifican, bueno, esa es la vida de los traidores”.

El ministro del Poder Popular para la Cultura y hermano del extinto comandante bolivariano, Adán Chávez, también calificó de “traidores” a las voces críticas que han surgido del chavismo. “Terminan yéndose a los extremos de la más rancia derecha”.