PERFIL

El estratega de Catar

HAMAD BIN JALIFA AL ZANI. El emir de Catar, que acaba de abdicar, deja a su hijo un país cada vez más influyente

El príncipe catarí Tamim bin Hamad al Zani, en un partido de fútbol en el emirato.

El príncipe catarí Tamim bin Hamad al Zani, en un partido de fútbol en el emirato.

ANA ALBA
JERUSALÉN

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El emir de Catar, Hamad bin Jalifa al Zani, abdicó ayer en su cuarto hijo, el príncipe heredero, Tamim bin Hamad al Zani, alegando que«ha llegado el momento para una nueva generación».El jeque Hamad, de 61 años, deja a Tamim un país que nada en la abundancia, tiene inversiones en medio mundo y ejerce cada vez más influencia en las relaciones internacionales.«Dios sabe que no he deseado el poder por el poder»,señaló en un discurso televisado, y aseguró que solo«el interés nacional» ha guiado sus acciones. Tomó las riendas del emirato en junio de 1995, tras deponer a su padre mientras estaba de vacaciones en Suiza.

Nacido en Doha en 1952 en una familia que ha dominado el país desde el siglo XVIII, el emir ha recibido elogios por haber conseguido un equilibrio entre la tradición y el conservadurismo del régimen y la modernización del país a nivel económico. Pero en Catar, cuyos dos millones de habitantes tienen la segunda renta per cápita más alta del mundo, se sigue el wahabismo, una de las corrientes más estrictas del islam. Los hombres pueden tener cuatro esposas y las mujeres están relegadas, aunque pueden conducir, votar e incluso alguna ha formado parte del Gobierno.

La esposa

La segunda esposa del emir -tiene tres-, la jeque Moza, madre del príncipe Tamim, luce modelos de colores vivos y es la relaciones públicas del emir y la impulsora de sus obras de caridad.

Con una fortuna de 2.000 millones de euros, el emir es cinco veces más rico que la reina Isabel II de Inglaterra. El experto en Catar Olivier Da Lage opina que«su objetivo era colocar a Catar en el mapa del mundo explotando los recursosnaturales que su padre no desarrolló por miedo a que cambiara la sociedad (...) Dieciocho años después ha acabado su trabajo: Catar ha adquirido el nivel financiero para obtener respeto de sus vecinos y de los países occidentales».

En el 2005, el emir Hamad creó el Fondo Soberano de Inversión de Catar (QIA) para gestionar los superávits de las industrias del petróleo y el gas natural y empezó a invertir en los mercados internacionales (EEUU, Europa y Asia). Los jeques catarís se sientan en una larga lista de consejos de empresas europeas, son dueños de selectos negocios y edificios en Europa y de equipos de fútbol y a otros clubes, como el Barça, los han financiado por llevar el logo de Qatar Foundation. Tienen el 20% de las acciones de la bolsa de Londres y han hecho adquisiciones en el Reino Unido por valor de 11.780 millones de euros. En España tienen inversiones en bancos y en empresas de telecomunicaciones y energía.

Los petro-gaso-dólares han permitido a Catar ampliar su influencia política. El emir optó por apoyar con dinero y armas a los rebeldes que derrocaron al dictador libio Muamar Gadafi y ha hecho los mismo con los rebeldes sirios. También ha mediado en crisis en el Líbano, Yemen y países africanos y ha mantenido estrechas relaciones con EEUU, que instaló una base en Doha. Uno de sus mayores logros fue la creación, en 1996, del canal de televisión Al Jazira, un escaparate perfecto para influir en Oriente Próximo.