CONTROVERTIDO FALLO JUDICIAL EN EL CAIRO

Egipto exonera a Mubarak de las muertes en la revuelta de Tahrir

Mubarak saluda a sus seguidores al salir, en camilla, del tribunal para regresar al hospital militar de El Cairo.

Mubarak saluda a sus seguidores al salir, en camilla, del tribunal para regresar al hospital militar de El Cairo.

ANA ALBA / JERUSALÉN

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El Tribunal Penal de El Cairo ha absuelto este sábado al expresidente egipcio Hosni Mubarak en el juicio que afrontaba por la muerte de 239 manifestantes en las protestas de la revolución que lo derrocó en febrero del 2011. La justicia egipcia ha dado así el golpe de gracia a la revolución.

El tribunal eximió de toda culpa en los asesinatos de manifestantes a Mubarak, al exministro del Interior Habib al Adly y a seis de sus colaboradores. El expresidente, que dirigió Egipto durante tres décadas, fue absuelto también de corrupción y enriquecimiento ilícito por la exportación de crudo a Israel a precios inferiores a los del mercado. Por este caso estaban acusados también sus hijos Alaa y Gamal y el empresario Husein Salem, juzgado en ausencia.

A pesar de las exculpaciones, Mubarak, de 86 años, no será puesto en libertad, ya que cumple una condena a tres años de cárcel, por otro caso de robo de fondos públicos, en el hospital militar de Maadi, en El Cairo, donde fue trasladado por su precario estado de salud desde la prisión de Tora. Al Adly también seguirá en prisión por un caso de corrupción y Alaa y Gamal permanecerán en la cárcel un año más.

El juez Mahmud Kamal Arshidi aseguró, tras leer el veredicto de inocencia de los acusados, que los heridos en las protestas de la revolución y las familias de los muertos recibirán compensaciones. En las manifestaciones murieron más de 800 personas. Arshidi dijo que el tribunal ha basado su sentencia en las pruebas que se le presentaron y que Mubarak será juzgado por la historia y por Dios.

Mubarak sonrió al oír la sentencia y saludó a los simpatizantes que se habían reunido en la sala y que reaccionaron al veredicto con gritos de júbilo.

En cambio, las familias de los manifestantes muertos en el 2011, abatidas por el fallo, se concentraron en una zona abierta situada delante del tribunal. Ahmed Abed Aljuwad, uno de los abogados de las familias, indicó que el veredicto podría tener repercusiones políticas en Egipto, ya que supone que nadie es responsable de la muerte de decenas de manifestantes y de los miles de heridos que se produjeron. El fiscal general del Estado, Hisham Barakat, anunció que apelará la sentencia.

El año pasado, un tribunal de apelaciones revocó la condena a cadena perpetua emitida contra Mubarak, Al Adly y sus seis colaboradores en el 2012 y ordenó repetir el juicio por irregularidades.

El nuevo proceso empezó el 13 de abril del 2013. El pasado 26 de septiembre se esperaba el fallo del tribunal, pero el juez lo aplazó porque solo había podido examinar el 60 % de la documentación del caso.

El veredicto ha provocado reacciones favorables y duras críticas. Salah Hasabalá, uno de los líderes del Partido de la Conferencia, defendió la sentencia porque «Mubarak dio mucho a Egipto durante su presidencia».

"Más impunidad"

La Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales dijo que el veredicto es «decepcionante» porque «aún dará más impunidad a las fuerzas de seguridad que han cometido violaciones de los derechos humanos».

La jefa del Partido de la Constitución, Hala Shukralá, señaló que el sistema judicial carece de una legislación adecuada para tratar casos de corrupción y asesinatos masivos. «Políticamente, Egipto está volviendo a la situación de antes de la revolución del 25 de enero [del 2011]. Se está restaurando el viejo orden político, incluso figuras del antiguo régimen están volviendo», subrayó Shukralá. Para el abogado Amir Salem, la sentencia "ha absuelto al régimen en su totalidad".

El Ejército egipcio y las fuerzas de seguridad se desplegaron en las principales plazas de El Cairo, entre ellas la de Tahrir, para evitar enfrentamientos entre seguidores y detractores de Mubarak.