Compleja transición EN UN PAÍS DEL MAGREB

La crisis tunecina se agudiza entre nuevos disturbios

Un policía lanza gases lacrimógenos y otro dispara al aire durante una manifestación en la localidad de Gafsa.

Un policía lanza gases lacrimógenos y otro dispara al aire durante una manifestación en la localidad de Gafsa.

BEATRIZ MESA
RABAT

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Túnez se hunde en una grave crisis política. El partido islamista En Nahda, principal fuerza del Gobierno tunecino, ha desafiado al actual primer ministro, Hamadi Yabali, después de que este anunciara la creación de un nuevo Ejecutivo compuesto por tecnócratas independientes. Con esta decisión, Yabali pretendía mitigar la ola de indignación que ha seguido al asesinato, el miércoles, del líder laico de la oposición Chukri Bel Aid.

La propuesta del primer ministro fue anunciada unilateralmente sin el consenso de la formación que ayer dio un puñetazo sobre la mesa y rechazó de plano la iniciativa de Yabali. «El movimiento En Nahda no está de acuerdo con la postura tomada por el presidente del Gobierno. El país todavía necesita un Ejecutivo que incluya personalidades políticas y de coalición y que lleve a cabo su función sobre una base política», defendió el vicepresidente de los islamistas, Ahmedhamid Yelasi.

La crisis estalló en la mañana del miércoles, tras el asesinado Chukri Bel Aid, quien recibió cinco disparos en la cabeza a bocajarro. Con el crimen se relaciona a los grupos salafistas violentos que habían llamado a la muerte de esta figura política, laica y de extrema izquierda, durante unas protestas públicas protagonizadas por los radicales religiosos en la capital tunecina.

ENFRENTAMIENTOS/ Las manifestaciones multitudinarias encabezadas por el sector secular de la población tunecina que por segundo día consecutivo tomaron la principal avenida de Habib Burguiba en el centro de la capital, volvieron a degenerar en graves disturbios y enfrentamientos con la policía tunecina.

Las autoridades dispersaron a los ciudadanos, que gritaban a viva voz -¡Fuera el Gobierno islamista!- usando gases lacrimógenos y disparando al aire. Las protestas fueron secundadas en todo el país, que se prepara hoy para una huelga general que recuerda a los inicios de la Revolución de los Jazmines que derrocó al presidente Zine Abedine Ben Alí.

La huelga ha sido convocada, coincidiendo con el funeral de Bel Aid, por el sindicato mayoritario tunecino, la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), la central más prestigiosa y la más militante de todo el Magreb, muy implantada en las clases populares.

La movilización comenzó anoche en las redes sociales: abogados, médicos, profesores universitarios y políticos anunciaron su participación y expresaron su temor por la fractura social entre los grupos extremistas religiosos y los laicos. «Los fanáticos no dejan de ser una minoría, pero cuentan con el apoyo de los islamistas moderados que no han condenado el ataque», declaró a

El PERIÓDICO Annisa Ben Hassine, profesora universitaria.