ESCÁNDALO MUNDIAL DE EVASIÓN FISCAL

Casi un tercio de las compañías de Mossack Fonseca se tramitaron desde China

Xi pasa junto a los miembros del Politburó Liu Yunshan (derecha) y Zhang Gaoli (izquierda), en la sesión plenaria de la Asamblea Nacional Popular de China, en Pekín, el 13 de marzo del 2016.

Xi pasa junto a los miembros del Politburó Liu Yunshan (derecha) y Zhang Gaoli (izquierda), en la sesión plenaria de la Asamblea Nacional Popular de China, en Pekín, el 13 de marzo del 2016. / periodico

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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Casi un tercio de las compañías creadas en paraísos fiscales por el bufete Mossack Fonseca se tramitaron desde China. No es de las revelaciones más sorprendentes del escándalo de los 'papeles de Panamá'. El apego de cualquier chino que junta algo de dinero a la ingeniería financiera es sobradamente conocida. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) ha confirmado lo previsible, porque no hay más millonarios ni aversión al fisco que en China.

El 29% de las sociedades en todo el mundo del gabinete de abogados se tramitaron a través de la China continental o Hong Kong. Eso supone unas 16.300 compañías. La creación de empresas en paraísos fiscales no es ilegal pero supone, al menos, un espíritu escasamente comunista en un país que aún se declara así. Entre los mencionados en los 11,5 millones de papeles examinados por el ICIJ figuran familiares de ocho miembros del Comité Permanente del Politburó, el órgano que pilota el país. También es difícil calificar esa revelación de sorprendente. La prensa occidental ha acreditado en los últimos años su pulsión hacia una evasión de capitales que Pekín dice combatir.

El escándalo salpica a líderes de ayer y hoy. En la cartera de clientes del despacho figura Deng Jiagui, el cuñado del presidente, Xi Jinping, quien adquirió desde el 2004 tres empresas 'offshore' cuya utilidad práctica se desconoce. También figura el marido de la nieta de Mao Zedong, fundador del país e inmisericorde azote de cualquier atisbo capitalista. Y la hija de Li Peng, el antiguo primer ministro más conocido como 'el carnicero de Tiananmén'. Para apuntalar el principio de "una sola China” figura también la hermana de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, a la que el escándalo la ha mostrado más afín a la cúpula de Pekín de lo que le gustaría a su partido independentista.

SIN COMENTARIOS

No hay ninguna bomba informativa en las revelaciones relacionadas con China, pues. Algunos de los políticos citados ya habían sido señalados antes, como es el caso de Xi. Pekín, sin embargo, ha ordenado el apagón informativo radical. Los medios han recibido una normativa para silenciar cualquier detalle y el ministro de Exteriores ha respondido con un “sin comentarios” a todas las preguntas. Xi ha apuntalado su figura como martillo contra la corrupción y, aunque ni las investigaciones actuales ni las anteriores han demostrado su enriquecimiento personal, la revelación sería difícil de digerir para la opinión pública.