Análisis

¡Basta ya! No más guerras

GEORGINA HIGUERAS

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¿No nos bastó a los europeos con las guerras de los Balcanes? ¿Hasta donde vamos a permitir que se extienda el conflicto de Ucrania? Día a día la barbarie y la muerte se extienden por el vecino país y la UE sigue moviendo papeles sin dar un golpe en la mesa y poner firmes a unos y a otros para acabar de una vez con esta guerra horrible que radicaliza a los dos bandos y cada minuto aleja más la posibilidad de encontrar una solución negociada.

Ucrania está en Europa, no en Tejas, y somos los europeos los que debemos resolver nuestros problemas y decir: ¡Basta ya, no queremos más guerras! Es hora de que Bruselas deje de actuar como un apéndice de EEUU y defienda sus valores y sus intereses, con el mismo afán que Washington defiende los suyos. No siempre coinciden. No podemos seguir hablando de lo grandes que somos y dejar que otros nos saquen las castañas del fuego.

La paz es posible si se tiene voluntad de alcanzarla. Para ello hay que tender puentes y no dinamitarlos. No podemos esperar que Rusia sea un socio fiable y dispuesto a negociar si le enviamos la invitación de sentarse a dialogar envuelta en sanciones que machacan su economía y en artimañas de Arabia Saudí que desploman el precio del crudo del que depende. Tampoco es de recibo que no se escuche la voz de la UE contra la actuación del Ejército de Ucrania, país que regamos con miles de millones de euros.

No hay nada más salvaje que una guerra. Europa debería haber aprendido que, cuando estallan, cada día se complican más y tienen menos posibilidades de frenarse, porque el odio es la principal munición de los cañones. El conflicto de Ucrania no se resolverá rearmando al Ejército ucraniano y a la OTAN, sino dejando de acosar a Rusia y proponiendo soluciones aceptables para las dos partes. No vale que nos rasguemos las vestiduras por negociar con alguien que ha roto viejas fronteras y se ha tragado Crimea. Kosovo, con el apoyo de EEUU, puso fin en el 2008 al tan cacareado principio de inviolabilidad de fronteras. Lo único que no es admisible es que aviones y tanques sigan bombardeando ciudade y matando civiles.