Catalunya estrena este curso los primeros grados universitarios de tres años

El sistema universitario catalán encara el nuevo curso con unos recién llegados que actúan como avanzadilla del cambio profundo que está por venir: cuatro grados de 180 créditos, es decir, que se pueden cursar en tres años. Esto supone el primer paso para el sistema conocido como del 3+2; una fórmula que proviene del llamado plan Bolonia para equiparar los estudios en toda la Unión Europea y que, con la indignación por parte de las asociaciones de estudiantes, plantea de partida una estructura basada en carreras generalistas de tres años de duración, que se podrían complementar con dos años de un máster especializado.

No obstante, el plan del Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC) –integrado por el Govern y los rectores y presidentes de los Consejos Sociales de las 12 universidades catalanas– aboga por un modelo más flexible que supondrá una oferta diversa basada en la convivencia de grados de tres o cuatro cursos y másteres de uno o dos, para que cada estudiante configure su itinerario a medida.

Estos cuatro primeros grados de 180 créditos que ahora se estrenan responden, de todas maneras, a unas características muy concretas, ya que se tratan de titulaciones de nueva creación, que no existían hasta el momento y con una marcada orientación hacia la internacionalización. Son el grado de Producción Digital, de la Universitat de Barcelona; el de Bioinformática, impartido de forma compartida por la UB, la Universitat Pompeu Fabra y la Universitat Politècnica de Catalunya; el de Estudios Globales de la UPF; y Diseño y Arte Digital, de la Universitat Oberta de Catalunya. “Estos primeros grados de tres años son fruto del consenso entre el Govern y las universidades y se rigen únicamente por criterios académicos”, aseguró el conseller de Empresa i Coneixement, Jordi Baiget, que destacó el alto porcentaje de contenidos que se imparten en inglés.

DICTAMEN DE LA COMISIÓN

A pesar de este primer avance, la transición que deberán emprender algunas carreras actuales para pasar de los cuatro a los tres años no tendrá lugar hasta que la Comissió de Garantia de la Qualitat Académica, impulsada por el CIC, comunique las conclusiones del estudio que están llevando a cabo actualmente. En base a ello, solamente se produciría el cambio en aquellas carreras en las que la comisión dictaminara que la rebaja tiene sentido a nivel formativo, por lo que en el sistema universitario catalán coincidirán en un futuro grados de 180 y 240 créditos. En relación a la oferta de másteres, están previstos este curso 520 títulos oficiales, algunos ya de dos años.

Desde la puesta en marcha del plan Bolonia en el 2010 y la aprobación del decreto Wert que abría las puertas a los grados de tres años a principios del 2015, las asociaciones de estudiantes se han mostrado radicalmente en contra, denunciando las desigualdades que se podrán generar. En primer lugar, explican, porque este sistema conducirá a una diferenciación entre los estudiantes en base a sus posibilidades de costearse las titulaciones. Es decir, aquellos con mayores posibilidades económicas podrán cursar sin problemas los estudios de posgrado, mientras que los alumnos procedentes de familias con menos ingresos tendrán más dificultades para matricularse en ellos, o directamente deberán conformarse únicamente con el grado, que depende del área de conocimiento podría reducirse a tres años. Y esto genera un agravio comparativo a la hora de introducirse en el mercado laboral.

MÁSTERES A PRECIO DE GRADO

Porque, si bien no es así en todos los países europeos, el precio de un máster aquí es más caro que el de un grado (entre 41,1 y 65,8 euros frente a los entre 19,6 y 39,5 euros por crédito del grado). La respuesta del Consell Interuniversitari de Catalunya, de la mano de su Comissió de Garantia de l’Accés dels Estudiants, Preus i Beques, es la aprobación de un acuerdo que establece que los titulados de grados de 180 créditos podrán cursar el primer año de máster a precio de grado, a través de las Beques Equitat. Así, durante los cinco cursos posteriores a su graduación tendrán la posibilidad de matricularse en los 60 primeros créditos del máster oficial que escojan al mismo precio que el del grado antes cursado. Se trata de un primer paso, ya que el objetivo final es que se acaben equiparando los precios públicos de másteres y grados.

Eso sí, esto afecta solo a los másteres oficiales, pero no a los títulos propios que también imparten las universidades públicas, que no están sujetos a ningún límite de precio. Algo a tener en cuenta, porque más de la mitad de másteres que se ofrecen actualmente en las facultades catalanas son de este tipo.