ICV propone un «rescate social» de Europa para salir de la crisis

«La izquierda, que suele relacionarse con algo utópico, tiene hoy la misión de identificarse con el sentido común, ser la voz del realismo y la fuerza para cambiar las cosas». Esta sentencia, escuchada ayer en plena campaña electoral, no es de un político, sino de un economista. Un economista, James K. Galbraith, de la Universidad de Texas, que reniega del liberalismo y defiende que, contra el dogma conservador, sí hay una alternativa a la austeridad extrema. Junto al británico Stuart Holland, de la Universidad de Coimbra y miembro también de esta constelación de sabios progresistas en la que reinan los nombres de Joseph Stiglitz y Paul Krugman, Galbraith presentó ayer en Barcelona sus recetas anti-Troika invitado por ICV-EUiA, que ha hecho suyo este New Deal europeo.

Este plan, según Galbraith, no requiere de grandes cambios legislativos ni en los tratados de la UE. Basta con un «cambio de políticas, ideas y acciones» para «recuperar el control democrático de la economía». Entre las medidas más urgentes, mutualizar parte de la deuda pública europea y crear eurobonos. «Emitir bonos es la única forma de alcanzar la cohesión en Europa», afirmó Holland. Para poder renegociar la deuda pública, ICV-EUiA ha asumido en su programa la propuesta de la coalición griega Syriza de convocar una conferencia europea sobre la deuda, similar a la que sirvió para reestructurar la deuda alemana en 1953.

RESCATE SOCIAL / La otra gran piqueta de esta propuesta es el impulso de un «plan de rescate social» que establezca un renta mínima garantizada en toda la UE, unos salarios «dignos y justos» y una legislación europea que garantice el acceso de todos los ciudadanos a los servicios básicos, como la luz, el agua, la vivienda y la alimentación. «Europa ha tenido responsabilidad en la crisis y ahora tiene que contribuir a aliviar el sufrimiento de la gente. Tiene que proporcionar ayuda directa a la población más vulnerable, mediante sueldos mínimos, impuestos progresivos y unos sistemas sanitarios y educativos bien financiados», resumió Galbraith.

En paralelo, los ecosocialistas defienden la necesidad de un pacto a escala europea a favor de la creación de empleo que invierta el 2% del PIB durante 10 años, con el objetivo de crear unos 11 millones de puestos de trabajo en Europa. El eurocandidato de ICV, Ernest Urtasun, subrayó que la implementación de esta alternativa a los recortes dependerá de quién presida la Comisión Europea, por lo que reclamó una gran movilización de la izquierda el 25-M para impedir que se cumplan los cantos de gran coalición que ayer empezó a entonar Angela Merkel.

«Tenemos que extirpar el tumor del neoliberalismo de la zona euro e introducir el realismo y el sentido común en Europa», apostilló. H