La vicepresidenta, el debate 'a cuatro' y las especulaciones en clave sucesoria

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha afanado hoy en restar importancia al hecho de que ella haya sido la elegida para sustituir a su jefe, Mariano Rajoy, en el primer debate a cuatroque se producirá en periodo electoral y que será organizado el próximo  7 de diciembre por Atresmedia. “Para mí es un debate más”, ha recalcado, tratando de frenar cualquier interpretación en clave sucesoria.

"Les voy a contestar que no ya como Gobierno, sino como PP, somos un equipo --ha afirmado ante los periodistas que seguían su comparecencia en la Moncloa-,- y los equipos se reparten tareas. Además, los miembros de algunas candidaturas somos miembros del Gobierno y tenemos una agenda. Y como equipo, decidimos quién participa en cada sitio con total normalidad".

Se da la circunstancia de que Rajoy, presidente y candidato a la reelección, sólo ha aceptado participar en un cara a cara con el líder de la oposición, el socialista Pedro Sánchezcara a cara, que tendrá lugar el 14 de diciembre bajo el paraguas de la Academia de la Televisión. Y se ha zafado sin embargo de un debate no con uno, sino con los tres aspirantes que tienen según las encuestas más posibilidades el 20-D (Albert Rivera de Ciudadanos y Pablo Iglesias de Podemos, además del ya mencionado Sánchez por el PSOE), alegando que tiene problemas de agenda.

Lo cierto es que la lista de actos previstos del jefe del Ejecutivo y candidato conservador está repleta de intervenciones televisivas o radiofónicas sorprendentes en general por no ceñirse al tradicional formato informativo ligado a la política, lo usual hasta ahora en periodo de campaña electoral, pero todavía más llamativas para un político como Rajoy quien, a lo largo de la legislatura, se ha mostrado más que escurridizo con los medios de comunicación. 

LAS INTERPRETACIONES

Pese a ese interés del líder del PP por acercarse a la prensa en los últimos meses, no ha cedido a estar presente en el debate a cuatro (lo que le ha valido las críticas de sus adversarios) y, en su lugar, ha optado por enviar en su lugar a Saénz de Santamaría, su número dos en el Gobierno y también en la lista popular por Madrid. Como era de esperar, el gesto ha supuesto un aluvión de interpretaciones sobre las posibilidades futuras de la vallisoletana de suceder a Rajoy en caso de que, tras las próximas generales, no logre repetir como presidente del Ejecutivo.

La vicepresidenta ha tratado de poner freno a ese tipo de comentarios en vísperas de una importante cita con las urnas. "Es un debate más. Para mí, uno más. Algunos querrán darle toda la relevancia del mundo, pero es un debate más dentro de la campaña", ha concluido.