ACTO central de los republicanos

ERC da un nuevo respiro a CiU en el 'palacio de la corrupción'

Puigcercós evita atacar a los nacionalistas en un mitin en el Palau de la Música

Militantes de ERC, con Joan Puigcercós en primera fila, despliegan una gran bandera independentista bajo los acordes de 'El cant de la senyera', ayer en el Palau de la Música.

Militantes de ERC, con Joan Puigcercós en primera fila, despliegan una gran bandera independentista bajo los acordes de 'El cant de la senyera', ayer en el Palau de la Música.

JOSE RICO
BARCELONA

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En los oídos de algunos dirigentes de CDC, como Felip Puig, Àngel Colom y Pere Macias, y en los de miembros de la fundación convergente CatDem (otrora Trias Fargas) todavía debe retumbar el incisivo interrogatorio al que les sometieron los diputados de ERC Àngels Cabasés y Pere Bosch en la comisión de investigación delcaso Millet.Aún deben estar imprecando de los republicanos por su campaña explicativa de «la verdad» del expolio del Palau de la Música (supuestos vínculos con Convergència incluidos). Y más de uno debió de temblar al enterarse de que el gran festín de la campaña de Esquerra era un mitin que pretendía llenar de «gente honesta» el que se ha convertido (por desgracia) en templo de la corrupción política en Catalunya. Pero, al final, hubocoitus interruptus-dicho así por mantener el tono que algunos partidos le están dando a la campaña-.

CiU salió indemne del acto independentista. Con algún rasguño, pero sin heridas irreversibles. El candidato de ERC, Joan Puigcercós, se apresuró a aplicar alcohol allá donde sus teloneros trataron de lacerar a los nacionalistas. «Llevamos mucho tiempo hablando de cosas tristes en este Palau. Hoy no es el día», afirmó nada más tomar la palabra. Y por si alguien creyó que olvidaría enseguida estas palabras, parafraseó a Woody Allen: «Me interesa más hablar del futuro, que es donde pasaré más tiempo». Blanco y en botella.

DOSIFICAR, POR SI ACASO / A partir de ahí, el cabeza de lista inyectó una dosis de moral alcoyana para intentar levantar el ánimo de unas huestes temerosas de un trastazo el 28-N. Pero de CiU y sus flirteos con Millet, ni pío. Los republicanos han llegado a la conclusión de que deben dosificar sus ataques a Artur Mas. Al fin y al cabo, encuestas en mano, será su único potencial aliado si quieren influir en el Govern que se derive de las elecciones. Esta vez no tendrán el honor de poder elegir pareja, privilegio del que sí gozará CiU, de nuevo sondeos en mano. Y el rencor por tanta leña a cuenta delcaso Milletes una pesada losa que amenaza con decantar la balanza a favor del PPC.

Ante este contexto, Puigcercós es consciente de que la relación entre Convergència y Esquerra ha visto tiempos mejores, sobre todo antes del tripartito. Pero ahora esa etapa se ha cerrado y está enviando mensajes conciliadores para no dinamitar los cascados puentes que conducen hasta Mas. ¿Se puede ir al Palau y no hablar delcaso Millet?Se puede. Para ERC no hay secretos en el arte del equilibrismo y en cómo hacer de la paradoja estrategia electoral.

Desde junio, antes incluso de la comisión de investigación en el Parlament, Mas tiene encima de la mesa una propuesta de cumbre con Esquerra para limar asperezas. Y desde entonces, Puigcercós combina su exigencia de «manos limpias» a CiU con pequeños señuelos. El último lo dejó caer el viernes, cuando advirtió de que los casos de corrupción y la sangre que de ellos haya podido hacer su partido no deben «servir de excusa a nadie a la hora de conformar mayorías a favor del país».

Así, el papel de malos de la película lo jugaron ayer el secretario general de ERC, Joan Ridao, y el número cuatro de la lista por Barcelona, Oriol Amorós, con irónicos juegos de palabras o frases ocurrentes. Ridao recordó otro episodio que vivieron aquellas paredes, losFets del Palau,y lo vinculó con el saqueo de Millet: «Aquí, donde algunos ganaron la épica, otros están perdiendo la ética». Y Amorós enfervoreció a la militancia que llenó las 2.146 butacas de la sala de conciertos: «Nosotros somos gente honrada que nos iremos de este Palau sin llevarnos nada».

INSUFLAR AUTOESTIMA / Sin hacer interpretaciones, el equipo de campaña de Puigcercós aseguró que el objetivo del acto no era cargar contra CiU, sino insuflar autoestima y convencer de la necesidad de ganar uno a uno los votos refractarios en la última semana. El cabeza de lista respondió en consecuencia: «Ayudadnos a remar contracorriente, remontar el río y sortear los obstáculos». Para lograrlo, apeló a la «épica», imprescindible cuando se apunta nada menos que a la independencia.

El cant de la senyera, Els segadorsy uncastellempaparon de simbolismo un mitin que homenajeó, con una cerrada ovación, a la única ausencia significativa, Josep Lluís Carod-Rovira. También se echaron de menos unas palabras de Bosch y Cabasés, los azotes de CiU en lacomisión Palau.Como diría Puigcercós, ayer no tocaba. Hoy será otro día. O no.