ICV-EUiA baja dos diputados pero destaca que "resiste"

Tardó en salir, pero cuando lo hizo ya tenía asegurados los 10 escaños. Joan Herrera esperó y, pasadas las 22.30 horas, valoró lo ocurrido. No quería que le sucediera lo mismo que en las generales, cuando en el último momento perdió uno de los dos diputados que le concedían cuando le hacían una entrevista televisiva. El cabeza de lista de ICV-EUiA sabía que iban a ser unas elecciones reñidas pero en los últimos días había albergado una remota esperanza de mantener los 12 diputados de la última legislatura. No pudo ser: los ecosocialistas perdieron dos representantes.

No obstante, visto lo que ocurría en casa de sus socios (PSC y ERC), pudieron salir con la cabeza más o menos alta. Herrera pedía días atrás «un equipo de fútbol con un poco de banquillo» pero no lo lograron. «Somos una fuerza que ha resistido», sostuvo el líder en la sede electoral de ICV-EUiA instalada en el Hotel Catalonia Berna, en el Eixample.

Proyecto consolidado 

«La crisis ha desgastado a las fuerzas de progreso», analizó Herrera rodeado de casi toda su candidatura por Barcelona. Tras explicar que había telefoneado a Artur Mas para felicitarle ¿aunque no logró hablar con él personalmente¿, avisó de que no piensan ser una oposición fácil. Teniendo en cuenta que el resto del tripartito deberá abrir un periodo de reflexión, los ecosocialistas anunciaron que ellos empezarán a trabajar cuanto antes. «Ante la tentación de recortes sociales, seremos beligerantes», avisó Herrera a CiU.

«El proyecto de ICV-EUiA está consolidado y el compromiso es seguir trabajando para que haya un futuro más justo, más ético y más equitativo», sostuvo el cabeza de cartel. Herrera lamentó haber perdido el representante por Lleida (el diputado Francesc Pané), que en las últimas autonómicas consiguió salir tras 26 años sin lograrlo. El otro diputado que pierden es por Barcelona, y se queda fuera Josep Vendrell, uno de los responsables de Interior.

Precisamente el paso por ese departamento es lo que puede haber dañado la candidatura por Girona de Joan Boada, número dos de la conselleria. Los responsables de ICV temieron hasta el último momento perder ese escaño en un feudo en el que casi no hicieron campaña por exceso de confianza.