Consulta, sea legal o no

Quienes creían que el 'president', Artur Mas, no podría seguir sorprendiendo cada día con una propuesta nueva en la senda del Estado propio se quedaron ayer de nuevo boquiabiertos. Acusado reiteradamente por el nuevo líder del grupo socialista, Xavier Sabaté, de mantener una ambigüedad calculada sobre la hoja de ruta soberanista, Mas anunció su intención de reunir a los partidos tras las elecciones para convocar una consulta sobre la autodeterminación de Catalunya, pero el anuncio no se quedó aquí: «Lo normal es que se haga de acuerdo con las leyes, y si no puede ser, hacerlo igualmente. La consulta se debe producir en cualquier caso».

El vendaval independentista arrastró cualquier intento de hacer balance de la gestión gubernamental en dos años de legislatura. Sabaté sí trato de denunciar que la convocatoria electoral es una maniobra del líder de CiU para seguir practicando recortes con una mano y manteniendo la ambigüedad nacionalista con la otra. «Esconde bajo la 'estelada' el debate social», denunció el efímero jefe parlamentario de los socialistas, en un discurso de marcado acento social -llegó a acusar a Mas de dejar una <strong>Catalunya</strong> «rota» por sus golpes de tijera y «más dependiente» de España por su aval a leyes del PP que han menoscabado el autogobierno-, y en el que puso de manifiesto que el PSC ha movido ficha en la cuestión nacional, algo que ha permitido apaciguar los ánimos del ala más catalanista.

LIBRE DECISIÓN / A la propuesta de una consulta sobre autodeterminación fijada por Mas, el representante socialista respondió comprometiendo a su partido a «una consulta para que los catalanes decidan libremente», con la diferencia de que los socialistas defienden que esta se vehicule bajo la cobertura legal del Estado. Si es posible, mediante una reforma de la Constitución. Y si este camino está vedado, a través del pacto con el Estado. Así quedó plasmado en la resolución que el PSC firmó y que se votará hoy. Sabaté preguntó varias veces a Mas si apuesta explícitamente por llevar a Catalunya a la independencia, y el 'president' acabó admitiendo que evita siempre esa palabra porque «en Europa, estados realmente independientes no hay. El concepto clave es la soberanía, y de ello se puede derivar un Estado».

Al respecto del rumbo fijado por Mas, y a la consulta con o sin acuerdo del Gobierno central, algún diputado de Unió no escondía una cierta sorpresa por la velocidad con la que el líder convergente está trazando un camino soberanista que el dirigente democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, no comparte. El propio Duran recordó ayer que defender el derecho a la autodeterminación no equivale a plantear la independencia. En una entrevista en la SER, sostuvo que CiU siempre dará pasos en el marco de la legalidad. Fue dos horas antes de que Mas lanzara su desafío de consulta sí o sí.

REUNIÓN EN EL CONGRESO / Entre ambos pronunciamientos, ciertamente diferentes, como mínimo en el tono, se celebró una reunión en el Congreso entre la vicepresidenta, <strong>Soraya Sáenz de Santamaría</strong>, y el diputado de CiU <strong>Josep Sánchez Llibre</strong>. Un encuentro en el que no se abordó el tema de la consulta, pero en el que Sánchez Llibre expuso a la vicepresidenta que las reivindicaciones soberanistas de la federación son firmes.

Mas consiguió ayer la complicidad de <strong>ERC</strong> respecto a este primer paso de la hoja de ruta, con una resolución conjunta que marca la celebración de esta consulta durante la próxima legislatura. El portavoz de ERC, Joan Puigcercós, fue quien (con permiso de Joan Laporta) más aplaudió los planteamientos del 'president'. En su último discurso como diputado, el exlíder republicano solo apuntó que su grupo tiene «prisa, mucha prisa», y que, en todo caso, no se trata de un proyecto «de un solo hombre, sino de todo un país».

De hecho, el tinte personalista que Mas ha aplicado al proceso soberanista está enturbiando la posibilidad de forjar amplias mayorías. Al anunciar, el martes, que no volverá a presentarse tras conseguir sus objetivos, y al repetir, ayer, que estos procesos requieren liderazgos fuertes, Iniciativa rechazó firmar junto a CiU y ERC la resolución conjunta sobre la consulta. Joan Hererra denunció que el 'president' ha iniciado el camino con mal pie, por otorgar carácter plebiscitario y personalista a la hoja de ruta. Con todo, ICV votará la propuesta. Herrera reiteró la posición de su grupo, claramente favorable a una consulta, pero siempre como fruto de un gran acuerdo previo entre todos los partidos. El PSC, al que CiU no planteó la participación en el texto conjunto con ERC, también mantuvo su resolución.