Tras la frontera

El 'boom' inmobiliario del 2006 en Font Romeu. Viviendas en construcción en su mayoría destinadas a compradores catalanes.

El 'boom' inmobiliario del 2006 en Font Romeu. Viviendas en construcción en su mayoría destinadas a compradores catalanes.

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / Barcelona

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Los propietarios de viviendas en el extranjero van a dejar de estar en el limbo fiscal. Lo que en plenoboominmobiliario en España se dibujaba como una gran oportunidad, traspasar la frontera francesa y comprar una vivienda con precios hasta un 50% más bajos que en España, ahora amenaza con lastrar las economías de sus propietarios.

La nueva normativa aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy obliga a informar de las propiedades en el extranjero. Si no se hace esa comunicación antes de abril, antes de la declaración de la renta, corren el riesgo de tener que pagar el 150% de lo ocultado. La mayoría de los propietarios desconocen la gravedad de la situación.

Albert, propietario de una casa en Santa Leocadie, cerca de Puigcerdà, recuerda que compró en Francia porque una casa costaba lo mismo que un piso en la Cerdanya española.«Dudo de que los propietarios de viviendas en Francia tengan que hacer declaración de patrimonio, la mayoría es clase media que ya asume con dificultades el pago de impuestos en Francia, que es el doble que en España», afirma.

La compra se podía financiar con entidades francesas, pero lo habitual era que fuesen las entidades españolas las que concedían créditos con garantía hipotecaria en España de primeras residencias.

Primeras residencias

Primeras residenciasLa medida del Gobierno no afecta solo a las segundas residencias. La mayoría de los trabajadores de la sede del BBVA en La Jonquera, por ejemplo, viven en Francia. Situaciones similares se viven en Puigcerdà con la colindante Bourg-Madame u Ossejà. En zonas cercanas a la frontera portuguesa pasa lo mismo; o en el País Vasco o en Aragón.

Las confusas noticias sobre el cambio legal han caído como un jarro de agua fría entre los propietarios de viviendas. La mayoría van a tener que declararla en el IRPF. Algunos gestores desaconsejaban antes la inclusión de la propiedad en la declaración de la renta, ya que no existe en Francia la figura del valor catastral.

En caso contrario, se debía consignar el valor de compra, en la práctica cinco veces más que el valor catastral en España. El efecto en la declaración es una imputación de rentas en el ejercicio del 2% del precio de adquisición. Los propietarios reclaman por ello que esa declaración de bienes tenga en cuenta algún factor reductor.

Si ese cambio no se tiene en cuenta, los ingresos del contribuyente se elevan ese 2% del precio escriturado y controlado efectivamente por los notarios franceses. Los precios se han desplomado al menos un 60% desde el 2006, por lo que la renta imputada se considera«injusta»por los propietarios.

Amenaza para el sur de Francia

Amenaza para el sur de FranciaLa crisis y el cambio normativo amenaza la venta de inmuebles en el sur de Francia y toda la economía de la zona. Las promociones paralizadas abundan. Si uno de los factores que animaba la compra en la zona era que el mercado francés era más estable que el español, además de estar ligado al euro de una manera más sólida, el estancamiento de las ventas empieza a ser alarmante.«No se vende. Los compradores franceses solo adquieren pequeñas residencias y apartamentos de menos de 80.000 euros», explican en una inmobiliaria de Les Angles.

La situación ha abierto oportunidades también. Apartamentos para esquiadores han pasado de 100.000 euros a unos 30.000. Viviendas de calidad en enclaves privilegiados raramente superan los 200.000.

Una conocida firma de asesores fiscales realiza batidas en la zona para buscar clientes.«Los que no declaren sus propiedades en el plazo, tendrán que pagar una multa tan elevada que les saldrá más a cuenta irse de España», dicen. Pero para algunos una vivienda en Francia es un buen lugar para olvidarse de España.