La crisis en la banca

La tormenta de Bankia

Desde la salida a bolsa hasta su rescate ha pasado un año H El grupo bancario ha sido el paradigma de la crisis financiera española

La excúpula de Bankia 8 De izquierda a derecha: Olivas, Rato y Verdú, en la salida a bolsa.

La excúpula de Bankia 8 De izquierda a derecha: Olivas, Rato y Verdú, en la salida a bolsa.

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Bankia salió a bolsa el 20 de julio del 2011 con«un gran potencial», según las palabras que utilizó su entonces presidente Rodrigo Rato. Pese a que se pagó en el mercado a un 60% por debajo del valor en libros, nadie sospechaba en ese momento que el potencial al que se refería Rato era de caída. El precio de salida fue de 3,75 euros y ayer cotizó a 0,67 euros, un 82% por debajo de su valor inicial. Y para los accionistas que mantienen los títulos todavía puede ser peor, dado que la ampliación de capital prevista por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para sanear al grupo financiero provocará un dilución de las actuales acciones y, por consiguiente, una pérdida de valor mayor para los minoristas.

«Desde que se creó Bankia y salió a bolsa y el momento en el que se produjo la dimisión de Rato, las necesidades de capital y provisiones aumentaron en cuatro veces», explican fuentes relacionadas con el grupo financiero.«A ello, se sumó que la actividad económica siguió sin recuperarse», lo que ha agravado la situación de todo el sector, justifican las fuentes.

Las dificultades para salir del pozo de la banca española acabaron poniendo de manifiesto las debilidades de todas las entidades. Las de Bankia se multiplicaron. La elevada morosidad que acumulaba Bancaja -el 75% del total del grupo- planteó finalmente unas necesidades de capitalización de 7.000 millones de euros que se derivaron del primer decreto de provisiones del Gobierno. El Banco de España dio el visto bueno a ese plan, pero impuso condiciones, una de las más importantes era profesionalizar la gestión. De hecho, antes de que Rato dimitiera ya se hablaba de la posibilidad de que se incorporara como consejero delegado José Ignacio Goirigolzarri.

Pero ese plan acabó por fallar. El Ministerio de Economía, dirigido por Luis de Guindos, precipitó la nacionalización del grupo y el relevo de Rato, tras que el auditor de BFA-Bankia (Deloitte) decidiera no firmar las cuentas del 2011 porque no reflejaban la valoración real de los activos. El mismo auditor las había firmado un año antes.

Goirigolzarri llega a la presidencia Bankia con la posibilidad de pedir al Gobierno tanto dinero como creyera conveniente para realizar su saneamiento. Pidió 19.000 millones de euros más los 4.640 millones de las preferentes que había aportado el FROB. En total, 23.000 millones, que suponen el mayor rescate de una entidad financiera realizado nunca en España, y la base de la valoración de los recursos que necesita la banca española para salir de la crisis, y que ha sido valorado por Bruselas en 100.000 millones.

TEMAS