Perspectivas del tejido productivo

Seat prevé nuevos contratos para afrontar un récord de producción

Inicio de la producción en serie del modelo Audi Q3 en la fábrica de Seat en Martorell, en el mes pasado.

Inicio de la producción en serie del modelo Audi Q3 en la fábrica de Seat en Martorell, en el mes pasado.

ANTONI FUENTES
BARCELONA

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Seat ha iniciado un cambio de ciclo que, en pocos años, llevará a la marca española desde una situación extremadamente delicada a un récord de producción. La recuperación de la filial de Volkswagen (VW), que ha comenzado este año, se apreciará con más nitidez a partir del 2013, cuando la fábrica de Martorell se situará en un nivel máximo de producción que seguirá creciendo hasta alcanzar los 551.000 coches en el 2014. Ese salto obligará a trabajar un gran número de fines de semana y a ampliar la plantilla en una cifra que puede llegar a los 800 empleados en los próximos ejercicios, según destacan fuentes sindicales citando estimaciones de la empresa.

Del infierno a la gloria en solo cinco años. Ése es el cambio en el que se halla inmersa Seat, que desde el 2008 ha despedido a unas 300 personas y ha aplicado expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales de forma rotatoria a toda la plantilla hasta hace unos meses. Sin embargo, el vuelco iniciado con la producción del Audi Q3 en junio pasado y la contratación de casi 1.000 empleados entre operarios y personal técnico continuará en los próximos años hasta casi duplicar la producción que tenía Martorell en el 2009, que fue de 301.287 vehículos, y con empleos adicionales.

ANTERIOR RÉCORD EN EL 2000/ Las 100.000 unidades que se ensamblarán del todocamino Q3 y el tirón del Ibiza y el León permitirán cerrar el 2012 con una producción de 495.000 coches en la planta del Baix Llobregat, que seguirá escalando posiciones hasta las 527.000 unidades en el 2013, según la planificación de Seat, conocida internamente con las siglas de PR60.

La producción del 2013 superará el máximo registrado por la factoría hasta ahora, que fue de 516.146 turismos en el 2000.

Pero la progresión planificada por Seat no acaba ahí. En el 2014 está prevista una producción de 551.000 coches que bajará ligeramente en los años siguientes. Esos niveles suponen la saturación de la factoría, una condición que el presidente de Seat, James Muir, había considerado imprescindible en su plan para dejar atrás unas abultadas pérdidas y recuperar la rentabilidad a partir del 2012. La mejora coincidirá con el inicio de las ventas en China de modelos fabricados en Martorell a partir del año próximo. Para conseguir esos ambiciosos objetivos, la empresa necesita disponer de más flexibilidad con el propósito de trabajar hasta 68 turnos organizados en más de 30 fines de semana en sábados por la mañana y domingos por la noche, así como para desplazar las vacaciones fuera de agosto y evitar el parón estival de cuatro semanas.

La compañía reconoce que «si el comité acepta las medidas de flexibilidad necesarias, habrá que reforzar la plantilla», según destacó un portavoz de Seat, que no se pronunció sobre la cifra de nuevas contrataciones en los próximos años.

En todo caso, el fraccionamiento de las vacaciones de verano y el disfrute de una semana de fiesta durante el resto del año generaría por sí sola 200 vacantes. A esos nuevos contratos hay que añadir el personal necesario para sustituir a los empleados durante las libranzas generadas por el trabajo en fin de semana, según fuentes sindicales.

CONTRAPARTIDAS SINDICALES / Los tres sindicatos que forman el comité de empresa, UGT, CCOO y CGT, destacan en una hoja informativa conjunta enviada a la plantilla que el incremento previsto en el volumen de fabricación «significa unas perspectivas de negocio y de beneficios muy importantes» que permiten a la compañía aceptar las reivindicaciones planteadas en la negociación del convenio colectivo.

«La flexibilidad planteada por la dirección para abrir la fábrica 313 días al año no puede ser con coste cero y sin negociar con el comité», aseguró a este diario un dirigente sindical. La moneda de cambio de la flexibilidad puede ser un incremento salarial por encima de la inflación, tal como piden las centrales. La dirección ha planteado una subida adicional de 0,5 puntos pero condicionada a la evolución del resultado operativo de la filial de VW, un mecanismo que los sindicatos consideran «arbitrario e insuficiente».

El mediador del convenio, Salvador Álvarez -exdirector de Relacions Laborals con el tripartito y ahora socio de Pricewaterhouse-, tendrá que emplearse a fondo en los próximos días para propiciar avances en la negociación ante el anuncio de las centrales de una próxima convocatoria de «acciones de presión».