RELEVO AL FRENTE DEL BANCO CENTRAL DE EEUU

La mujer más poderosa

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Cuando en 1971 preparaba su tesis doctoral en Yale con el economista James Tobin, el premio Nobel que fue su ídolo y mentor, Janet Yellen asentó sus ideas keynesianas: dado que los mercados son imperfectos y la gente irracional, el gobierno tiene capacidad y obligación de actuar e intervenir ante problemas que no se pueden corregir solos.

Dos décadas después, cuando Bill Clinton la eligió para la junta de gobernadores de la Reserva Federal de EEUU, Yellen fue un día al despacho de Alan Greenspan, e intentó -sin éxito- persuadir al entonces presidente del banco central para que subiera los tipos de interés para contener la inflación.

Esas dos realidades confluyen en la mujer de 67 años que el presidente de EEUU, Barack Obama, ha elegido para relevar a Ben Bernanke al frente de la Fed. Yellen, que se ha especializado en su trayectoria académica en estudios del desemplo y habla con humanidad de los «terribles peajes que tiene en la salud física y mental de los trabajadores y sus familias», puede tener alma de paloma. En su larga experiencia en la Fed -donde fue economista en los 70, gobernadora en los 90 y presidenta del banco de San Francisco desde el 2004 hasta llegar a la vicepresidencia general en 2010- también ha demostrado, no obstante, poseer cabeza de halcón. Y ambas cualidades deberá desplegarlas en los próximos meses, cuando enfrente la respuesta de la economía y los mercados estadounidenses y globales a la retirada de estímulos y políticas extraordinarias con las que la Fed ha respondido en los últimos cinco años a la crisis.

DEFENSORA DE LOS ESTÍMULOS / Yellen, que fue una de las primeras en identificar esa crisis (aunque estaba ya en San Francisco y no actuó ni propuso cambios para evitarla) ha sido impulsora de esa política de estímulos, cuya expresión más reciente es la tercera ronda de compra mensual por parte de la Fed de 85.000 millones de dólares (casi 63.000 millones de euros) en bonos del Tesoro. Y aunque cree que la prioridad absoluta para asentar la recuperación es crear empleo, uno de los dos ejes del doble mandato de la Fed, no olvida el otro, el control de la inflación, especialmente cuando la Fed acumula un balance de casi 4 billones de dólares (casi tres billones de euros).

Yellen fue precisamente una de las impulsoras de que la Fed en el 2011 marcara el objetivo de la inflación en el 2%, uno de sus esfuerzos no solo por mejorar las opciones de gestión de políticas económicas sino también por elevar la transparencia. «Espero y confío en que los días de 'nunca expliques, nunca te excuses' se hayan ido para siempre», dijo en abril.

Tras el anuncio oficial de ayer de Obama de su selección, a Yellen, que ha sido profesora en la London Schools of Economics, Harvard y Berkeley, le queda ser confirmada por el Senado. Con los demócratas en mayoría no se esperan problemas, aunque algunos republicanos la miren con sospechas. Parecen olvidar que Yellen es una moderada que se ha mostrado contraria a prohibir, por ejemplo, que instituciones bancarias se hagan demasiado grandes.

Con el nombramiento Yellen, casada con el Nobel de Economía George Akerlof y madre de un hijo también economista, rompe un techo de cristal. En 100 años de la Fed ninguna mujer ha llegado donde ella. No solo en EEUU, sino en ningún banco central occidental,  con la excepción de  Rusia.