LA SALIDA IRREGULAR DE UN BANCO A BOLSA

La matriz de Bankia estaba quebrada desde su salida a bolsa

Los peritos ratifican ante el juez de la Audiencia que las cuentas de la entidad estaban falseadas

La cúpula de Bankia entra en el edificio de la Bolsa de Madrid, el días de la salida al 'parquet', el 20 de julio del 2011.

La cúpula de Bankia entra en el edificio de la Bolsa de Madrid, el días de la salida al 'parquet', el 20 de julio del 2011.

PABLO ALLENDESALAZAR / MADRID

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La investigación judicial de la debacle de Bankia, que podría llevar al banquillo de los acusados a 31 exconsejeros de la entidad, dio ayer un paso adelante clave. Los dos peritos del caso, los inspectores del Banco de España Antonio Busquets y Victor Sánchez, ratificaron en la Audiencia Nacional sus informes del pasado diciembre, en los que desvelaron tras muchos meses de estudio que las cuentas del banco estaban falseadas antes de su nacionalización en el 2012. Además, aseguraron que la salida a bolsa de la entidad en el 2011 provocó de facto la quiebra de su matriz, BFA, aunque no se reconoció.

CAUSA DE DISOLUCIÓN / En la primera de las cinco sesiones previstas esta semana para que las partes les pregunten sobre sus informes, los expertos defendieron que el descuento sobre su valor contable con que salió Bankia a cotizar, del 64%, suponía un «deterioro inmediato que debía haber sido reflejado» en el balance de BFA, lo que cuestionaba su viabilidad y hubiera conllevado una «causa de disolución», según fuentes jurídicas presentes en la sala.

A preguntas principalmente del fiscal Alejandro Luzón (al que se vio algo escéptico, según las fuentes) pero también de las acusaciones durante más de cuatro horas, mantuvieron que los directivos conocían los problemas del grupo desde el 2008, antes de que las siete cajas que lo formaron se fusionasen. Este conocimiento previo, añadieron, es lo que permitió reformular en apenas unas semanas las cuentas del 2011 desde los beneficios de 309 millones que declaró Rodrigo Rato a las pérdidas de 2.979 millones que anunció el actual presidente, José Ignacio Goirigolzarri.

Se trata de una cuestión clave: según argumentaron, las nuevas cuentas no responden a un cambio de criterio contable, a un «sesgo retrospectivo» (como les preguntó el fiscal) o al deterioro de la situación económica del país, sino a que las de Rato incluían «errores» voluntarios, ya que la información para elaborarlas correctamente estaba «disponible». Si el nuevo equipo no lo admitió de esta manera, añadieron, es porque los consejeros de la época de Rato eran los mismos que debían aprobar los nuevos resultados.

Según las fuentes, los inspectores contestaron a la vez, de forma coherente entre sí y apoyándose, salvo en algunos aspectos en los que discrepan. La defensa de los imputados subrayará estas diferencias para desacreditarles. Mantuvieron, en este sentido, que han actuado con total independencia y dedicación, durante año y medio y «sin apoyo» del Banco de España («Tenemos cuerpo para ello», bromearon). Además, apuntaron que han realizado dos informes porque ello les daba más «independencia» pero que actuaron de forma «coordinada», centrándose en aspectos distintos.

DEVOLVER EL DINERO / Sus discrepancias también son fundamentales para el actual equipo de Bankia y para su accionista mayoritario, el público Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), ya que podrían verse obligados a devolver el dinero a los accionistas. De hecho, ya están manteniendo contactos para ver cómo y quién devolvería el dinero en caso de tener que hacerlo.

Uno de los puntos en que discrepan y fue el de los activos fiscales diferidos (derecho al menor pago futuro de impuestos). Para Busquets, el banco podía recuperar al menos 1.428 millones (de los 2.744 millones que Rato estimaba que podría usar) en el momento en que Goirigolzarri reformuló las cuentas. Es decir, que la necesidad de ayudas públicas podría haber sido menor. Sánchez lo cifra en 1.927 millones.

Sobre la salida a bolsa, sostuvieron que «no hubo competencia para fijar un precio de colocación que fuera técnicamente correcto», que Bankia fue prácticamente la única entidad que vendió los títulos (pese a que se había contratado a bancos de inversión para ello) y que los grandes inversores profesionales que compraron acciones también fueron engañados.

COMPRAS SOSPECHOSAS / Asimismo, los técnicos aseguraron que las operaciones que han detectado de empresas financiadas por Bankia que compraron acciones en la salida a bolsa pueden no ser muy cuantiosas pero sí un indicio sospechoso, ya que no pudieron comprobar el comportamiento de todos los que acudieron a la operación porque el banco no les facilitó la identidad del conjunto de accionistas.