LA RALENTIZACIÓN DE LA ECONOMÍA

Los motores económicos de la zona euro se paran

SONIA GUTIÉRREZ
BARCELONA

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Hace justo un año que la zona euro salió de la recesión económica, pero la recuperación europea está lejos de considerarse algo consolidado. El producto interior bruto (PIB) de la eurozona se estancó en el segundo trimestre respecto al trimestre anterior, después de crecer un leve 0,2% entre enero y marzo, según los cálculos avanzados ayer por la oficina estadística europea Eurostat. El conjunto de la Unión Europea (UE) creció algo más que la zona euro, un 0,2%, aunque también se ralentizó, ya que en el primer trimestre había registrado un 0,3% de crecimiento del PIB. Los datos confirman lo que gobernantes y analistas advierten desde hace tiempo, que la recuperación será lenta y frágil, lo relevante es que Alemania, que hasta ahora tiraba de la economía de la Unión, se haya convertido en uno de sus principales lastres.

El PIB de Alemania se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre, un dato peor de lo esperado por los analistas, por bien que se preveía un enfriamiento de la principal económica de la moneda común. La caída de la inversión, especialmente en el sector de la construcción, y la mala evolución de las exportaciones (crecieron menos que las importaciones) causaron el retroceso alemán. El sector exterior es un puntal de la economía germana, por lo que su contribución negativa al PIB es inusual.

Junto a Alemania, las otras dos grandes economías europeas, Francia e Italia, también arrastraron a la baja el PIB europeo. Por el contrario, destacó la buena evolución de países periféricos como España y Portugal. Fuera de la zona euro, destaca el Reino Unido, que fue, junto con Hungría, el país que más creció de la UE, con un 0,8%.

Francia, que ya dio síntomas de agotamiento en el primer trimestre, mantuvo su PIB invariable en el 0%. A pesar del aumento del gasto público y de los hogares, estos factores apenas contrarrestaron la caída de la inversión empresarial y del déficit en el comercio exterior.

OBJETIVO DE DÉFICIT / El ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, reconoció ayer que el país no cumplirá sus objetivos de crecimiento y de déficit del 2014. Así, afirmó que la economía francesa crecerá un 0,5% al final del año (frente al objetivo del 1% que defendía el Gobierno), y el déficit superará el 4% del PIB (la previsión era del 3,8%).

«El crecimiento está averiado, en Francia como en Europa», dijo Sapin en el diario Le Monde, y reclamó al Banco Central Europeo (BCE) una política europea «adaptada a la situación excepcional» de la zona euro y a la Comisión Europea (CE) una «reorientación» de las políticas comunitarias. Sin embargo, es poco probable que la CE abra la mano en sus exigencias sobre el déficit. La postura de Francia a favor de una mayor flexibilidad de Bruselas encuentra el rechazo frontal de Alemania, pero es compartida por Italia, país que entró en recesión técnica en el segundo trimestre, al caer su PIB el 0,2%.

ESPAÑA COMO EJEMPLO / El Ejecutivo comunitario, en una velada alusión a estas reclamaciones, defendió proseguir con las reformas, y puso como ejemplo a España y Portugal, países que han registrado los mayores crecimientos de la zona euro (0,6% en ambos casos). «Los países que han perseguido reformas experimentan un crecimiento más fuerte comparado con aquellos con un ritmo reformista más lento», dijo el portavoz comunitario Michael Jennings. La CE admitió «la naturaleza frágil de la recuperación», pero afirmó que el mayor riesgo es la complacencia y no acometer las reformas.

Entre las amenazas de esta recuperación están la baja inflación y las tensiones geopolíticas. Respecto a este último punto, la crisis de Ucrania y el conflicto con Rusia, que ya dejaron sus efectos en el PIB del segundo trimestre, pueden empeorar la situación en los próximos meses, sobre todo tras el boicot ruso a productos agroalimentarios de la UE. Jennings admitió que «acontecimientos externos pueden incrementar la incertidumbre», pero recalcó que los fundamentos de la recuperación siguen «intactos» porque se refieren a reformas estructurales.

El BCE consideró, en su boletín mensual de agosto, que «continúa la recuperación moderada y desigual de la economía de la zona euro». La institución monetaria publicó también una encuesta a un panel de expertos, que recortaron su previsión de crecimiento de la zona euro para el 2014 hasta el 1%, una décima menos que el sondeo anterior, de mayo. Los expertos citaron como riesgos las tensiones geopolíticas y la debilidad de la demanda externa.