Un efecto secundario de la crisis

'Liquidaciones' Josep Xicola

El presunto estafador catalán, detenido en mayo por los Mossos, inauguró un nuevo método de engaño

Josep Xicola sale de su vivienda tras ser detenido por los Mossos d'Esquadra a principios de mayo.

Josep Xicola sale de su vivienda tras ser detenido por los Mossos d'Esquadra a principios de mayo.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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A su manera, fue un pionero. En Catalunya, nadie nunca había llevado a cabo la estafa que a él le hizo famoso. Josep Xicola, que ya tenía antecedentes, saltó a los medios de comunicación cuando adquirió Fincas Corral, presentándose como el innovador empresario que iba a revivir el sector inmobiliario.

«¿Ha visto El Golpey cómo montan una parafernalia para engatusar a quien quieren timar? Xicola y sus socios hacían lo mismo», dice un responsable de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, cuyos agentes investigaron durante ocho meses a Xicola y acumularon pruebas por estafa, asociación ilícita e insolvencia punible en la primera operación policial en España contra unliquidador. Xicola y sus socios contactaban con empresarios en apuros y aparecían en coches de alta gama, les invitaban a comer a restaurantes de lujo y presentaban planes de viabilidad.

Sin pagar una factura

Al final, Xicola compraba esas empresas por un euro simbólico y asumía las deudas del propietario después de que este le pagara en negro el 3% de lo que debía. Ese, en apariencia, pequeño porcentaje permitió a este individuo ganar, según los mossos, cerca de 25 millones de euros con la adquisición de unas 60 empresas.«Iba a la carrera, como si quisiera ganar lo máximo en el menor tiempo posible. Todo el dinero está fuera. Él no tiene ninguna cuenta ni ninguna propiedad a su nombre. Ni el alquiler del chalet de lujo en que vivía», dice este responsable demossos.

Unos 30 empresarios denunciaron a Xicola.«Les cobraba el 3% del pasivo pero no cambiaba el nombre en el registro con lo que el antiguo dueño continuaba como titular de la empresa, con lo que las deudas y los recibos seguían llegándo a su nombre».

«La compra de Fincas Corral fue un trampolín. Aparecer como dueño de esa gran inmobiliaria le dio una imagen de poderío que utilizó para adquirir otras empresas en apuros», comentan esos responsables, que detallan como Xicola exprimía las empresas que compraba:«Usaba los teléfonos y las tarjetas de esas empresas hasta que le cortaban el suministro».