LA EVOLUCIÓN DE LA ACTIVIDAD COMERCIAL

Guerra por el mejor sitio

Escaparate de GAP, en El Corte Inglés de la Rambla de Barcelona.

Escaparate de GAP, en El Corte Inglés de la Rambla de Barcelona.

SONIA GUTIÉRREZ / BARCELONA

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Una gran marca de moda puede esperar varios años antes de entrar en Barcelona. Pero estos años no son de espera tranquila, sino de búsqueda activa del mejor local, y frecuentemente lucha con otras firmas de moda por el mismo espacio. Cada año que pasa, la pugna es más intensa, porque el espacio disponible se reduce a medida que las grandes marcas toman posiciones. G-Star Raw es la última gran incorporación en el paseo de Gràcia, donde en los últimos meses también han aterrizado La Perla y Versace, entre otras. El paseo de Gràcia y el Portal de l'Àngel son las dos vías más demandadas.

Los alquileres de locales comerciales en la zona prime de Barcelona han crecido. Según un informe de la consultora Ascana, la rentas subieron un 5% en el paseo de Gràcia, hasta los 215 euros mensuales por metro cuadrado. La calle más cara sigue siendo el Portal de l'Àngel, con 255 euros mensuales por metro cuadrado, un 2% más que el año anterior.

«Nos reinventamos como marca. Queremos estar en primera línea, reforzar los puntos más importantes y cerrar donde no vemos futuro», explicó Peter Danckaerts, responsable de negocio en España de G-Star Raw, que el pasado 5 de marzo inauguró su tienda insignia (flagship store) en el paseo de Gràcia. La holandesa ya estaba en Barcelona, pero en centros comerciales y calles secundarias.

LAS QUE FALTAN

En el 2014 entraron 15 nuevas marcas en el paseo de Gràcia, y en el portal de l'Àngel, donde «la disponibilidad sigue siendo nula», seis enseñas, según el informe de Ascana. El fin de los contratos de renta antigua «deja prever futuras operaciones y más dinamismo a corto plazo», añade el estudio de la consultora.

Hay empresas que quieren estar en Barcelona, pero renuncian si no es en un lugar céntrico. Lo intentó Uniqlo, que sigue sin tener presencia en España, mientras que otras que sí que están, como Forever 21 y Primark, quieren mejorar su ubicación, según Susana Elhombre, responsable de high street de la consultora CBRE. En su opinión, la elevada demanda no se ha traducido en un significativo aumento de los alquileres, pero podría ocurrir a partir del 2016: «Empezamos a tener falta de producto en las calles más demandadas». Sí hay espacio en calles transversales de las principales o ejes secundarios, pero no interesa a las grandes marcas, que quieren estar donde están los turistas.

Ante la falta de espacio, las oportunidades aparecen con la conversión de restaurantes o bancos. «Si la moda compite con cualquier otro sector, siempre gana la moda», dijo Eduardo Rivero, socio fundador de Ascana.

Barcelona, además, ha ampliado su primera línea comercial, al entrar «por primer año» la plaza de Catalunya, añadió Rivero. Apple y El Corte Inglés ya ejercían antes un poder de atracción de consumidores a esta plaza, pero el definitivo impulso ha sido con las tiendas de gran formato de Desigual (su tienda de mayor tamaño, de 2.000 metros cuadrados, que serán 3.000) y Urban Outfitters, que abrió en El Triangle su primer local en España. La llegada de la estadounidense «ha sido fantástica como revulsivo», afirmó Rivero. Está previsto que Zara tenga una megastore en el edificio del BBVA.

La estadounidense GAP abrió la semana pasada en la plaza de Catalunya su primera tienda en una ciudad española (solo estaba en el aeropuerto de Málaga). No tiene local a pie de calle, sino que está en la cuarta planta del centro de El Corte Inglés con esquina con la Rambla. «España siempre ha estado en nuestra agenda, hemos venido cuando hemos encontrado el socio adecuado», dijo Ismail Seyis, vicepresidente de franquicias de GAP.